Por Oriana Pinillos
Alarcón y Erika García Tovar
Es bien sabido que, en
los últimos días, en nuestro país se está viviendo un acontecimiento de mucho
cuidado, como lo es el paro agrario, el cual ha desatado la preocupación de todos
los ciudadanos, ya que esto ha afectado a la gran mayoría del país, ocasionando
grande disturbios, entre los cuales, cierres de vías principales.
El paro ha traído consigo la atención a un punto muy importante
y es la frase que expresó el presidente de la Republica, Juan Manuel Santos, en
los días pasados en los medios de comunicación: “El paro agrario no existe”;
esta expresión ha sido de mucha polémica en las redes sociales, puesto que con
esta frase se desata la negligencia que el presidente tiene a la atención de
este suceso de sumo cuidado.
De esta manera, el país le ha perdido respeto al presidente sin
ningún miedo. El pueblo entero está manifestando sus sentimientos de diferentes
maneras, las personas con acceso a internet, expresan sus puntos de vistas
bajos críticas ante éste tema; mientras tanto, campesinos que carecen de este servicio
han tenido que tomar otras opciones, como derramar leche porque no quieren
venderla a un precio tan bajo, llegando al punto de cerrar carreteras y, de
esta forma, paralizar el país.
Al parecer a Santos no le gusta llorar por la leche
derramada, pero tampoco le gusta recuperarla. Las decisiones de llegar a un
acuerdo justo no se han visto y el país aún continua protestando, porque al presidente sí le dan leche, pero
importada y hasta se la toma con juicio, porque para hablar de lo que al
parecer él ignora, se hace
el inocente e inofensivo,
hirviendo la leche en los temas que él se toma.
Es tan solo de observar, que estamos agrietándonos, derramando
no leche sino sangre, nadie ha notado aquel hueco negro que absorbe a Colombia.
Silencioso e inteligentemente nos estamos consumiendo desde el centro del país
extendiéndonos y no para
avanzar, al punto de que dejaremos de ser Colombia, aquel país chico, pero
abundante en miles de riquezas: fauna flora y hermoso bosques.
A pesar de esto, Juan Manuel quiere reelegirse, que no
sería de asombro este hecho. Pero el pueblo ha reaccionado y se le acabó su
buena popularidad y divina popularidad como Santo. ¿Será que lo tendremos 4
años más en nuestro país? ¿Será que los colombianos si han abierto los ojos?
muy buen articulo...
ResponderEliminarexcelente redacción ..!! ojala a todos los colombianos nos doliera pero como no es así, que el santo de Colombia siga diciendo EL PARO NO EXISTE ¡¡ CUANDO LO QUE NO HA EXISTIDO ES PRESIDENTE
ResponderEliminar