Por: Natalia Ricardo, Melissa Guerra, Carlos Cantillo, Noé Meriño.
“Las películas a la orden”; “los cuadros, mami”; “las gafas baraticas”; “minutos, recargas a todos los operadores”; “tenemos veneno pa’ la cucaracha, ratón…”;“camisillas a dos mil”; “la pulserita, la mochila, a la orden”; “limonada, limonada”. ¿Qué busca?... a la orden, a la orden, a la orden, a la orden.
“Las películas a la orden”; “los cuadros, mami”; “las gafas baraticas”; “minutos, recargas a todos los operadores”; “tenemos veneno pa’ la cucaracha, ratón…”;“camisillas a dos mil”; “la pulserita, la mochila, a la orden”; “limonada, limonada”. ¿Qué busca?... a la orden, a la orden, a la orden, a la orden.
Diariamente, las personas que transitan por las calles de Barranquilla, escuchan el sin fin de estas frases repetitivas que lo incitan a comprar u observar distintas mercancías, pero muchos no saben la historia detrás de estos locutores callejeros.