Por:
Valeria de la Rosa
Esta
profesional de la estética ve más allá del cambio físico. Su trabajo sobresale
no solo por sus excelentes resultados, sino por su gran calidad humana. La
cirujana plástica María Helena De la Rosa asegura que la verdadera belleza no
está en el físico, sino en el ser de cada persona.
Esta
barranquillera de 46 años, madre de tres hijos, es miembro de la Sociedad
Colombiana de Cirugía Plástica. Se graduó de medicina en la Universidad del
Norte, en 1993, y de cirujana plástica en el Hospital Posada de Buenos Aires,
en 1998. En sus más de 20 años de experiencia, ha aprendido el significado de
la transformación, la belleza y la natural vanidad del ser humano.
¿Qué te llevó a ser cirujana plástica?
Durante
mi experiencia en el año de internado estaba embarazada y no podía entrar a las
cirugías grandes con anestesia general y empecé a entrar a ser ayudante de
cirujanos plásticos locales y empezó a gustarme muchísimo, me parecía lindo,
pero toda mi vida me consideré una persona con poca habilidad y no me hice
ilusiones. Al llegar al rural, tengo la experiencia de quedar en cirugía
infantil y plástica del Hospital Pediátrico de Barranquilla, donde empecé a
adquirir experiencia y cambiar el concepto que tenía sobre mis habilidades.
Cómo fue tu primera cirugía profesional
Llena
de mucho miedo porque uno quiere llenar siempre las expectativas del paciente,
ya cuando uno termina la especialidad, los temores no son en las cirugías en sí
lo que uno hace sino lo que los pacientes esperan y que el resultado sea,
además de bonito, satisfactorio para el paciente. Y fue una reducción mamaria a
una enfermera en Argentina.
¿Qué piensas de los estándares actuales de
belleza?
Pienso
que nos hemos pasado un poquito de la raya, todo funciona en estos momentos en
torno a la belleza y de una perfección y esquema. Nadie se acepta, todo el
mundo quiere ser flaco, o tener los senos de cierta manera, la nariz lo más
respingada posible, las piernas de cierta manera y eso empieza a crear
tropiezos en la autoestima que yo no considero que deba pasar. Hay que
alimentarnos por dentro.
Cómo te describirías en 3 palabras y ¿por
qué?
Honestidad,
tanto en lo personal como en lo profesional. Nunca he operado a nadie que yo
sienta que no lo necesita o que va en contra de mis principios y creo que eso
es algo que me destaca. Mi disciplina, no me cuesta levantarme temprano porque
amo mi profesión. Mi alegría, yo creo que soy una bendecida porque me levanto
feliz a ejercer lo que soy.
¿Cómo es María Helena, en los diferentes
aspectos de su vida?
Como
hija llené de orgullos a mis padres, fui muy obediente y una muy buena
estudiante durante toda mi vida. Como mamá soy especial y con carácter, pero
lleno a mis hijos de libertad y les enseñé la responsabilidad de esta. Y como
mujer, a veces me olvidé a mí misma por complacer a un entorno social y
personal, pero hoy siento que llegué a un punto donde me importa un poco ser más
feliz y disfrutar más de los momentos.
¿Qué enseñanzas o experiencias te han
marcado como persona?
Todos
los días, tengo enseñanzas a diario. Mis pacientes me dejan muchísimas;
principalmente, emocionales y espirituales.
¿Qué haces en tus ratos libres?
Antes
jugaba tenis y leía libros, ya no le dedico tanto tiempo a eso. Ahora me
encanta ir a Bourbon a escuchar música, tomar cervezas, salir a bailar, ir a la
playa y sentarme a ver el mar.
Desde tu experiencia personal, ¿qué
mensaje te gustaría compartir con el mundo?
Que hagamos las cosas
con amor y que siempre tengamos una sonrisa para dar al mundo.
María Helena De La Rosa, mujer apasionada por llenar las expectativas de sus pacientes
ResponderEliminarA: María Helena De La Rosa piensa que la profesión de estética, para ella, va más allá del físico. Considera que la verdadera belleza del ser humano no está en su físico, sino que está en el ser de cada persona. Esta barranquillera, es miembro de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, estudió medicina en la Universidad del Norte, en 1993, y de cirujana plástica en el Hospital Posada de Buenos Aires, en 1998. En sus 20 años de experiencia conoce la vanidad del ser humano, la verdadera belleza y el significado de la transformación. Por medio de las primeras preguntas, cuenta que en su año de internado estaba embarazada y no podía entrar a las anestesias. Entonces, con ayuda de los médicos comenzó a entra a las cirugías plásticas y le quedo gustando, de allí viene su motivación que la llevo a ser cirujana plástica. Cuenta que en su primera entrevista estaba asustada y con ganas de llenar las expectativas puestas en ellas. Además, aclara que los nervios no sobre la cirugía en sí, sino sobre si al paciente le gusta el resultado. De La Rosa piensa que, los estándares de belleza se han ido muy lejos. Da la sugerencia de que el ser humano debe alimentase por dentro. En las ultimas preguntas, se describe como una persona buena y que, aunque, tuvo dudas, una mujer segura. Aconseja que hagamos las cosa con amor y una sonrisa permanente.
B: Me parece una entrevista interesante. Las cirugías plásticas son un tema controversial y muy extenso que se presta para mucho. A la redacción le falto gramática y algunas comas. Fue una entrevista corta.
Está doctora más bien debería llamarse carnicera porque si trabajo es repugnante, recientemente operó a una amiga mía que por cierto quedó con el autoestima más bajo del que llegó, le cortó su piel tal cual carnicero. A parte es una burda y pedante eso no es de doctores apacionados. Deberían denunciarla, gente como ella no deberían tener títulos en medicina ni nada relacionado.
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