Por:
María Alejandra Rocha
Es un
pintor colombiano nacido hace 54 años en Quibdó, pero radicado en Barranquilla-
Colombia. Practicó boxeo en la categoría de peso mosca, ganando varios títulos
nacionales.
Es considerado
un promisorio pintor, reconocido no solo en la región del Caribe colombiano,
sino también en varios rincones del mundo. Es uno de los principales promotores
de pinturas de mujeres con caderas voluptuosas y un color de piel similar al de
la costa Caribe. Sus primeras exposiciones tuvieron lugar en 1982.
¿Cómo fueron sus inicios en el mundo del arte? En especial
el de la pintura…
Todo
niño raya, garabatea, todo niño tiene algo de pintor, si le entregamos un lápiz
a un niño lo primero que hace es rayar con él. Me acuerdo que no me habían
puesto en el colegio aún, pero mi hermano Manuel ya estaba en el colegio, él
siempre fue un ejemplo para mí y un día agarré un cuaderno de él y me metí a un
callejón a dibujar un pato Donald, él me dio un ‘cocotazo’, pero el pato me
quedó bacano. Cuando entré al colegio prácticamente hice toda la primaria en 2
años porque me adelantaban los años y en el recreo me la pasaba en el salón
dibujando porque no tenía para comer ni nada, mis compañeros me pagaban por
dibujarles lo que quisieran, y, entonces, así empezó mi vida como dibujante.
¿Aún recuerda su primera obra? ¿Qué expresaba?
Pinté al
pato Donald. Pero el primer cuadro que hice con pinturas, porque una cosa es
pintar y otra muy diferente es dibujar, fue un rostro de Jesús. Una vez pasé
por la casa de un muchacho que se firmaba Tom (Antonio Obredor) estudiaba en
Bellas Artes, esa vez vi que sacaba una caja de óleos ya usados y los tiró a la
basura, cuando él se descuida los agarré y agarré un lienzo que utilizaba mi madrastra
para planchar la ropa, le saqué un pedazo con una tijera y lo hice. Amanecí y
lo terminé como a las 4 de la mañana.
¿Cuál ha sido la obra más extraña?
En una
exposición que hice en el Colombo Americano de boxeadores, hice boxeadores con
cabeza de gallos, si era peso mosca lo hacía con cabeza de mosca y así;
entonces, se me dio por hacer uno nocaut, pero el cuadro se le cayó y se llenó
de pelo y tenía hasta una colilla de fosforo pegao’, y ese cuadro se me ensució
y no lo pude limpiar, salí para la exposición y le dije a mi ayudante que los
llevara, mientras yo salía a buscar un dinero. Cuando llego a la exposición veo
ese cuadro maluco, yo decía qué pena y fue el primer cuadro que vendí, de ahí
dije que no hay maluco malo.
A través de su experiencia en los dos campos, ¿le ha
encontrado relación a estas dos?
El
boxeo es un arte, la pintura también, el boxeo se realiza en un cuadrilátero,
la pintura se hace sobre un cuadro, no se boxea sobre una alfombra sino sobre
una lona, se pinta sobre una lona, cada golpe es una pincelada, y cuando uno
está pintando cada toque es como un golpe, entonces, sí hay cierta relación. La
pintura crea belleza, un buen combate se ve como una belleza, una obra de arte.
La pintura forma rostros, el boxeo desfigura rostros.
¿La inspiración del maestro Leonardo Aguaslimpias dónde
nace?
Cuando
pierdo la pelea con Edwin González, yo iba ganando la pelea, pero en el asalto
ocho se sube una chica con unos glúteos enormes y yo me la quedé viendo, sonó
la campana y yo me la quedé mirando, descuidé la pelea y esa fue la única que
hubo en ese asalto, me tiró a la lona y me levanté en malas condiciones, así
que me retiré. Pero me quedo esa imagen y yo dije que si a mí me noquearon por
un trasero, hay hombres que por mirar hoy en día un trasero se estrellan. Esto
es una moda que se ha ido imponiendo. Esa es mi esencia, a mí me relacionan con
las pinturas culonas así que para qué voy a dejar de hacerlo, si es mi forma.
Cuando
yo estoy pintando me siento creador, nosotros los artistas tenemos ese toque de
Dios, tenemos la posibilidad de ver lo que otros no ven, esa visión es la que
tengo.
¿Cuál ha sido la obra que más le ha marcado?
Hay
varias porque todas tienen una anécdota, pero el primer afiche que hice para el
festival de música del caribe es la que más me ha marcado, se llama Doña Conga la candeloza.
¿Cuánto tiempo se tarda usted, maestro, en hacer una pintura?
Una
obra puede ir entre 15min hasta 1 año, eso es dependiendo del grado de
inspiración o de necesidad, pero eso no indica que la obra que haga en menos
tiempo está mal hecha.
¿Qué mensaje les envía a todas aquellas personas que están
iniciando en este mundo?
Si
creen en ellos, si creen que tienen alas… Vuelen, que se lancen sin miedo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario