Por: Jina Marcela
Peralta Feria
Jaime Peralta Brito es
un reconocido abogado en la ciudad de Riohacha. Nació en el corregimiento de
Cotoprix y crece en el centro de una familia humilde. Hoy nos da a conocer su
opinión sobre la problemática política que está viviendo el departamento de La
Guajira y el Distrito de Riohacha.
Fue Personero del
Distrito de Riohacha en el periodo pasado. Expresa que en la mayoría de ocasiones
le han propuesto que aspire a la alcaldía del Distrito de Riohacha
¿Qué
opina sobre la ingobernabilidad que está viviendo La Guajira y el Distrito de
Riohacha?
La situación de
ingobernabilidad del departamento de La Guajira y el Distrito de Riohacha, como
es lógico hay que analizarla en dos aristas. En el caso del municipio de
Riohacha, obedece a una sanción de orden disciplinario que la Procuraduría
General de la Nación impuso al alcalde Fabio Velázquez por una presunta
contratación indebida en el caso del Programa de Alimentación Escolar (PAE),
pero es bien claro que, según la Comisión Internacional de Derechos Humanos, no
es permitido que los funcionarios de elección sean destituidos por la Procuraduría
General de la Nación; sin embargo, en el caso de Gustavo Petro de Bogotá no se
aplicó la sanción que le había impuesto el procurador, pero aún el Congreso de
la República no ha legislado sobre esa situación, prueba de que su caso no ha
terminado es que el proceso penal de Fabio Velásquez hoy en día no ha concluido
y le decretaron libertad por vencimiento de término.
En el caso de la
Gobernación de La Guajira, más concretamente de Wilmer González Brito, fue tan
deliberada y mal intencionada por decirlo de alguna manera la medida de
aseguramiento que le dictaron al gobernador electo de La Guajira, que el Tribunal
Superior de Cundinamarca decretó la revocatoria de la medida de aseguramiento y
cuando se decreta la revocatoria de una medida de aseguramiento es porque esta
es de manera ilegal. Al gobernador Wilmer González le adjudicaban el delito de
cohecho y para que el delito de cohecho se cometa debe participar un
funcionario público en ejercicio de sus funciones, y en el caso de Wilmer
González a quien le asignaban como funcionario público la conducta ilegal era a
una concejal de Maicao y este salió libre; entonces, no se configuró el delito de
cohecho.
¿Quién cree usted que puede ser un buen candidato en las
próximas elecciones atípicas que se avecinan en el Distrito de Riohacha?
Esa es una pregunta que
tiene una respuesta muy subjetiva. La verdad desde el punto de vista personal,
sin ningún apasionamiento, hoy por hoy, no hay precandidatos que tengan la
estructura académica intelectual que le pueda servir de garantía al elector
para un buen futuro del gobierno del Distrito de Riohacha. Esto quiere decir
que el futuro es incierto porque quienes se han postulado como precandidato, a
mi juicio, son personas sin ningún talante, sin ninguna experiencia
administrativa y sin un pasado histórico que le permita al elector presumir que
puede hacer un buen gobierno. En conclusión, no hay personas en los actuales
aspirantes que le den garantía al elector de que pueda ser un buen gobierno en
las elecciones atípicas.
Según usted, ¿Cuál debe ser la prioridad del gobierno
departamental de La Guajira?
La Guajira viene
padeciendo desde hace más de 50 años de una acción de desgobierno de parte del
gobierno central. Aquí no hay empresas privadas que puedan ser una opción de
generación de empleo, no hay empresas mixtas entre el gobierno y el capital
privado que pueda general capital de trabajo y capital monetario. La única
salvación, hoy por hoy, es el proyecto minero, el Cerrejón, porque desde cuando
Gustavo Rojas Pinilla estuvo como presidente de la república los gobiernos
nacionales que han pasado han sido fatales. Aquí lo poco que se hizo, lo hizo
el gobierno departamental en las dos administraciones de Jorge Pérez, cuando
existían las famosas regalías, pero el señor Juan Manuel Santos tomó la
determinación de quitarle la regalía a los departamentos productores y
repartírsela entre ellos en la mal llamada “mermelada”; entonces, dejó a los
departamentos como La Guajira, que no tiene formas de como generar ingresos,
con una mano adelante y otra atrás. Sin embargo, vemos que el gobierno del
presidente actual y el gobierno departamental están en armonía para comenzar a
buscar solución de empleo, soluciona la educación, mejorar la condición de los
servicios públicos que son fatales. Yo creo que esas tres cosas pueden generar
un buen propósito de la nueva era del gobierno de Wilmer González Brito.
¿A qué se debe el desorden gubernamental que tiene el
departamento de La Guajira?
Esta pregunta va
concatenada con una anterior. Ha habido un contubernio del gobierno que acaba
de terminar de Juan Manuel Santos, contubernio con la fiscalía, contubernio con
la Procuraduría porque, desgraciadamente, él permeó estos otros entes
gubernamentales y estos entes hacían lo que el gobierno central quería, sin
presentarse ninguna independencia de poderes como lo establece la constitución
y para minimizar el impacto de los grandes negociados que hacían en el centro
del país, se direccionaron fue contra el departamento de La Guajira, haciéndolo
ver como un departamento donde estaba la gente más corrupta y las cifras de las
estadísticas dicen todo lo contrario, y hoy los resultados indican que todas esas
decisiones que se tomaron, como les dije, para que el departamento no
participara en un porcentaje de beneficio para energía eólica, caso energía
solar, la exploración de algunos recursos naturales en las plataformas marinas,
y eso debilitó la clase dirigente y gubernamental de La Guajira en el hecho de
que este periodo han pasado tres gobernantes y eso, en ningún momento, favorece
a la acción gubernativa de un departamento porque no hay estabilidad en la
orientación de los fines del estado en el territorio del departamento.
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