Por Lady Molinares Morales
Jorge Luis Alfonzo López,
hijo de la empresaria del chance Enilse López, alias “la gata”, y exalcalde de Magangué, Bolívar, se encuentra recluido
en el Instituto Nacional Carcelario y Penitenciario de Sabanalarga, atendiendo
a las peticiones de la fiscalía y pagando una condena de 29 años (tras
una rebaja de 10 años) por
el asesinato del periodista Rafael Enrique Prins Velásquez,
ocurrido el 19 de febrero de 2005. También fue condenado por concierto para
delinquir. Jorge Luis fue capturado el 2 de agosto de 2012, pero aun así,
él asegura su inocencia por el delito que se le condenó.
Muy poco se sabe sobre la
vida de este hombre, aparte de la familia reconocida a la cual pertenece y los
delitos por los que se ha sido involucrado. Su vida ha sido un drama y su mayor
preocupación es que le suceda algo a su familia.
A
lo largo de su vida, ¿qué lo impulso a usted ser alcalde de Magangué?
Ser acalde de Magangué me
impulsó ver la necesidad de las comunidades, de los niños bastante olvidados
por estamentos del gobierno, y viendo que desde la alcaldía podría ayudar aún
más a esa comunidad olvidada y desprotegida por la sociedad. Fue uno de los
principales impulsos para postularme a ser alcalde del municipio de Magangué,
entre los años del 2004 – 2007.
¿A
qué más se ha dedicado aparte de ser alcalde? ¿Cuáles fueron sus estudios?
Antes de ser alcalde me
dedicaba a la ganadería, al comercio… ¿Mi profesión? Soy abogado de la
universidad Simón Bolívar: actualmente, estando aquí recluido, vengo desde Bogotá
estudiando administración de empresas en la Universidad Americana a distancia
por vía web, gracias a la dirección general del INPEC que me han dado esta
oportunidad para seguir mejorando y llevando una resocialización para salir a
ser un hombre mejor hacia la sociedad.
¿Se
siente usted más seguro al estar en esta reclusión conviviendo con funcionarios
públicos? ¿Qué piensa de ellos?
Lo que pasa es que hay
varios regímenes en las penitenciarías. Los que son funcionarios públicos: los
que pertenecemos a cierto nivel de gobierno, por reglamentos, tenemos que estar
entre funcionarios públicos. Hasta el momento, me siento bien y tranquilo, tenemos
una buena convivencia, hay muchas personas que tienen mucho que ofrecer, interactuamos
y nos ayudamos profesionalmente, pues trabamos mucho el tema espiritual, el
tema de ejercicio también y nos damos muchos consejos.
¿Cómo
se siente usted al tener el “privilegio” de tener a su familia cerca?
Digamos que es algo que
debe estar entre la resocialización, si de verdad queremos una resocialización
y a las personas que estamos privadas a la libertad es ilógico que aparten al
miembro de la familia, sobre todo si hay niños pequeños, que es donde debe
estar unida lo que es ver la formación y ellos tener acceso a su padre o madre.
Eso es un privilegio no solo mío, debe ser de todos, de todos, todos los
internos que estamos privados de la libertad, pero hay personas que a veces
estamos alejados. Yo estuve alejado en Bogotá un tiempo largo, los que más
sufren son los niños y si queremos unos niños que sean el futuro de nuestro
país, no podemos darles castigos a ellos, porque a veces hay castigos que
vienen siendo dados a las personas que estamos privadas de la libertad sin ser
culpable, porque en las cárceles hay muchos inocentes, demasiados inocentes,
somos más los inocentes que los culpables que estamos presos. Lo que pasa es
que nuestra justicia está compuesta por dos híbridos, que es el anglosajón y el
alemán con tendencia a la justicia americana. Cuando pasamos de la ley 600 a la
ley 906: la 906 se suponía que era para investigar y darle captura a las
personas cuando fuera totalmente demostrado su culpabilidad, pero aquí,
actualmente, estamos capturando y nos duramos uno, dos, tres, cuatro cinco,
hasta seis años en investigar una persona y después salen con que son
inocentes, pero el estado no hace corrección acción de repetición contra esos
funcionarios que cometen los errores, horrores de privar una persona de su
libertad.
¿Qué
opina usted del conflicto armado que hay aquí en Colombia?
El conflicto armado data
de hace más de 40 o 50 años en nuestro país, Todo inicia a partir de la pelea
de liberales y conservadores, de ahí es donde nace la “chusma” o el bogotazo donde salen los grupos de izquierda y los
grupos de derecha posteriormente. Todo se debe al abandono de estado, porque no
es lógico que ciertos municipios, corregimientos o veredas que, por falta o ausencia
de estado, llega un grupo ya sea de derecha o de izquierda a hacerle daño a la
población, simplemente, porque están desprotegidas y a la población civil no le
toca otra cosa, sea campesino, ganadero o comerciante, que sumirse bajo los mandatos
de cualquiera de los dos grupos al margen de la ley, sea de izquierda o sea de
derecha. Hoy, actualmente, hay muchas cosas: el microtráfico, el narcotráfico,
es algo que está consumiendo a toda la sociedad, no en nuestros campos
siquiera, si no en las ciudades donde se están viendo las grandes guerras, las
grandes batallas, donde hay muchas personas que están siendo digamos consumidas
por ese miso flagelo. Y si no prestamos atención a nuestros hijos, a nuestros hermanos,
a todos nuestros familiares y no le damos una orientación correcta, se pueden
perder, como el recibirle dulce a algún extraño porque así los incitan, a ser
consumidores dependientes, primero le regalan la primera dosis y, después, ellos
caen en esa trampa mortal.
¿Cree
que el conflicto armado en Colombia llegara algún día a su fin?
Bueno para llegar a la paz
es muy fácil y difícil a la vez. Vamos a empezar por la parte difícil, porque
así como dijo nuestro señor Jesucristo: tienes que amar primero a Dios sobre
todas las cosas, segundo a tu prójimo como a ti mismo, pero si no te amas a ti
mismo ¿cómo vas a amar a tu prójimo? y
para llegar a una paz verdadera tenemos que perdonarnos, olvidarnos, hacer borrón y cuenta nueva y de
verdad no repetir lo que uno venía
haciendo malo, esa es la parte difícil. Y la fácil es lo que tenemos todos,
todos a la puerta de la casa o en la calle, que es papá Dios, si lo buscamos a
él llegamos a la parte más difícil porque Dios es amor y perdón.
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