El “compadre Lencho” se confiesa

Por: Yuranis Chogó y Tony Gallo

Rafael Zequeira, es nacido el 5 de Abril de 1995, en Villanueva, Guajira, Tierra de cantores y humoristas. Nació de la unión de Oscar Jiménez y Celina Zequeira. De su madre, tiene el legado de ver lo bonito de la vida, a pesar de los problemas; y de su padre, lo fácil que era reír y lo bello del amor.

Al llegar a las instalaciones de RCN en Barranquilla, nos recibe de manera muy cordial el humorista conocido popularmente como “Compadre Lencho”. De inmediato, nos acomodamos para iniciar una breve, pero emocionante entrevista con este jocoso humorista que saca sonrisas a cientos de personas cada vez que se monta al escenario a personificar al ‘Compae Lencho de Las Mercedes’, ese que, durante muchos años, ha interpretado y que lo tienen como uno de los mejores humoristas de la Costa y de Colombia.

Se mostró un poco más serio de lo que normalmente se acostumbra a escuchar, rompimos el hielo para iniciar la entrevista, abordar temas muy interesantes y recordar anécdotas poco conocidas de este importante personaje, que está próximo a cumplir 30 años en el mundo del humor.

Rafael Zequeira, guajiro, criado en un lugar que usted mismo considera perfecto, como es la finca La Esperanza, ¿qué significado representa para usted este lugar?

-Pues, significó mucho, porque me hizo crear con un valor de trabajo, ver las cosas diferentes, apreciar más las naturaleza y estar en un lugar muy bonito; para así, crecer y hacerme un buen hombre.

De Carlos Zequeira, su abuelo materno, conoció el amor por el prójimo, y de Zoila Romero, su abuela, aprendió las cosas con mano dura. Entonces, ¿qué tanto influyeron ellos en su vida, para a hacer de usted, lo que es hoy?

-Influyeron mucho, porque una de las personas, en este caso ‘el viejo’ Carlos, me entregó mucho cariño y mi abuela me hizo ser una persona con muchos valores, porque ella era muy enérgica.

Creció en el ballet vallenato, dirigido en ese tiempo por Sofí Cotes, hija del compositor, Poncho Cotes. En las fiestas del  Festival Vallenato empezó a sentir amor por las tarimas; más adelante, le llamó la atención las imitaciones, y empezó personificando a Carlos Villagrán, más conocido como Kiko. Partiendo de eso, ¿qué recuerdos tiene de su primera vez como imitador y qué anécdotas les vienen a la mente?

-Bueno, yo como imitador, nunca he sido imitador; solamente que esa vez, para llegar a una tarima, tuve la oportunidad de a hacer a Carlos Villagrán e hice a ‘Kiko’. Pero, lo hice más que todo por necesidad y vi que llamaba la atención y que a la gente le gustaba. Te digo que por necesidad, porque en ese tiempo tuve un problema cuando nació mi hija; que no tenía cómo pagar los gastos, y me dijeron que si podía a hacer una fiesta para unos niños, y me metí unos algodones en la boca e hice a Kiko. Y, cantaba, me acuerdo que cantaba una canción de Pedrito Fernández, la mochila azul.

Dicen que para empezar en este medio artístico se necesita de bastante talento, y que de esto no se puede vivir. Pero, desde su propia experiencia, ¿cuál cree usted que es el ingrediente fundamental para que esto funcione, se mantenga y siempre guste a las personas?

-Innovar siempre, innovar y buscar las cosas diferentes; no solo quedarse con las mismas cosas. Por ejemplo, yo tengo un personaje, que es el ‘compadre Lencho’, este ha tenido muchos cambios, y ahorita mismo ya estoy realizando un stand up comedy, para que no sean siempre chistes, sino también se muestren vivencias que le pasan a él.

Muchos conocen de sus comienzos como imitador, pero pocos saben que usted también fue chofer de mulas en una importante empresa, como Morrinson Knudsen Internacional; fue en este lugar donde aprendió a manejar este tipo de vehículos. Entonces, ¿qué nos puede contar de esta pequeña experiencia que vivió y lo que quedó de ella?

-Yo solo había manejado en mi vida carros pequeños, y vine una vez a hacer un show, acá en Barranquilla, para un niño. Y me involucré, sin querer, me involucré en la Morrinson, porque pregunté, sobre una ‘cola’ que había en la 72, que era donde quedaban las oficinas  del Cerrejón, de la Morrinson; y pregunté que para qué eran las ‘colas’, me dijeron que estaban dando los papeles para ir a la Morrinson. En ese momentico, pasa una muchacha y le pregunté que como hacía para entrar a trabajar, ella me dijo que de dónde era yo, y le dije que era de Villanueva, Guajira; me cogió de la mano y me metió allá, le dijo a su jefe que yo era el chofer que le había pedido a ella, que no era mentira que se lo había conseguido. De pronto, me veo metido allá, me dan un camión inmenso que yo nunca había manejado, pero, sin embargo, me monté y duré 3 años en la Morrinson.

Hablando precisamente de este trabajo, tenemos entendido que en una fiesta de Carnaval, usted hizo el papel de reina, porque no había mujeres. De acuerdo con esto, ¿cómo fue elegido, precisamente usted, y que nos puede contar de ello?

-Bueno, lo de la reina fue porque nosotros éramos 3.000 hombres trabajando en ferrocarriles y no teníamos mujeres. Entonces, todos dijeron que no tenían para poner una reina, y yo dije: no, pero si quieren yo soy la reina. Entonces, me pusieron los ‘trapos’ y yo fui la reina del ferrocarril.

Háblenos de lo que más le gusta, su trabajo, el personificar tantos personajes. Cuéntenos, ¿cómo nació  el personaje que más lo ha caracterizado a lo largo de su carrera y por el cual muchos lo reconoce, ‘el compadre Lencho’?

-Bueno, el compadre Lencho, nunca pensé en la creación de él. Fue en una grabación, en Valledupar, que estaba haciendo con un puertorriqueño y él me dijo que hiciera un campesino con mucho dinero, y me acordé de los marimberos, que son campesinos y tuvieron la oportunidad de a hacer mucho dinero con la marihuana. Ahí, fue que empezó el personaje.

En cuanto a shows se refiere, cuando está frente al público, ¿qué le piden las personas, que hable con vulgaridades o preferiblemente se omita eso?

-La verdad es que si me piden vulgaridad, se le tiene, pero mi humor es más costumbrista, yo hablo de mi vida, de mis viajes, de mis anécdotas, yo mamo mucho gallo; a la gente le encanta mi estilo y no hay lugar donde no se despierten las risas. Esa es mi vida, es lo que sé hacer, y hay ‘Lencho’ para rato.

Usted está próximo a cumplir 30 años como imitador; por lo tanto, ¿cómo se está preparando para esta celebración y junto a quién lo piensa a hacer?

-Bueno, yo pienso que ya el 30 de noviembre, voy a tener mis 30 años. Muchas personas me van a ayudar, como Juanda Caribe, amigos y, pues, mediante el tiempo, los que se quieran unir al proyecto, al espectáculo, bienvenido sea. Yo lo quiero a hacer en grande, con mariachis, con todo, para esa fecha.

Si le nombramos al compadre Lencho, Panchirry y Alfredito un coleto; en una palabra, ¿cómo describe a cada uno de ellos?

-Con Lencho, una persona de gran corazón y con mucho dinero; Panchirry, un necio e inquieto, y el coleto, un representante de Barranquilla.

Usted nombró a Juanda Caribe, una persona joven, humorista. Al igual que él, hay muchas personas que inician esa carrera con el temor de fracasar. Entonces, ¿qué mensaje tiene para esas personas?

-No, para ser humorista, yo pienso que son las mismas personas. Pero, sí, hay muchas personas que tienen mucho talento, pero no tienen la seguridad; hay que tener seguridad para a hacer algo. Montarse en una tarima y con seguridad a hacer lo que va a hacer, para poder dominar al público.