Loretta Sterling es
una joven comunicadora social - periodista, presentadora desde hace tres años del
tradicional musical “Caribe, alegre y
tropical”, del canal Telecaribe y también directora de comunicaciones de la Universidad Autónoma
del Caribe.
Loretta es una mujer
perseverante, que, a sus 28 años de edad, le ha tocado enfrentar una dura
batalla contra el cáncer de seno, y, aunque estaba a la expectativa de que
podía padecer esta enfermedad por herencia genética, no se lo esperaba tan
pronto. Sin embargo, "Lore", como la llaman sus amigos, ha salido
victoriosa de esta intensa lucha y con muchas ganas de seguir adelante; cumplir
sus sueños y alcanzar todas las metas propuestas de la mano de Dios y al lado
de su familia.
¿Cómo se define Loretta Sterling?
Me defino como una
persona perseverante, con los pies en la tierra y sensible a morir.
¿Cómo llegó a convertirse en la presentadora del musical
“Caribe, alegre y tropical”?
A Caribe llegué hace tres
años, aproximadamente. Ya tenía unos años como periodista del Canal 23 y me
ofrecieron la presentación del programa y aquí estoy, feliz de pertenecer a ese
musical que, por más de 26 años, ha llenado de buena música y artistas a toda
la región Caribe.
¿Qué tal ha sido la experiencia en ese trabajo?
Gratificante, he
aprendido mucho. Yo soy de las que siempre que voy a grabar trato de quedarme
con todo, hasta con los errores que cometí durante la grabación, de esos
errores he aprendido bastante.
Hace unos meses atrás, te enfrentaste, y aún lo estás
haciendo, con una de las enfermedades que afecta a muchas mujeres hoy en día:
el cáncer de mama. ¿Cómo y cuándo se descubrió esto?
Sí, me enfrenté hace
4 meses a un tumor pequeño, pero maligno, el cual con la maravillosa ayuda de
Dios logré vencer y hoy puedo decir confiada, estoy sana. Como tú lo dijiste,
lamentablemente, el cáncer es la enfermedad que más está afectando a las
mujeres de hoy en día, lo más triste es que no diferencia si es niña, joven,
adulta, bajita, bonita o fea, a cualquier persona, no solo a la mujer le toca la puerta, y, es cuando se debe, con
todas las fuerzas del mundo, no dejar pasar.
Yo siempre estuve muy
pendiente de hacerme el autoexamen; de hecho, es algo que siempre le recomiendo
que se hagan todas las mujeres del mundo, sobre todo las que tienen
antecedentes familiares. Como te contaba, yo siempre me lo hacía, y un día
normal de febrero de este año, me sentí mi seno izquierdo un poco caliente y
pesado, me extrañaba bastante la situación y estuve todos los días pendiente a
cualquier cambio, de repente un día me toqué y sentí una pequeña bolita en la
parte superior del seno, pequeña y movible, pero ahí estaba.
Al principio, después
habérmela sentido, me dio mucho susto y temor; tanto que no le dije nada a
nadie, pero, al pasar los días, el temor era mayor y como si alguien al oído me
dijera “ve a hacerte el examen, no te demores”, fui corriendo donde el médico y
me hicieron una radiografía, y ahí estaba, un nódulo de 1.3 centímetros, con
bordes indefinidos. Grado: sospechoso.
¿Cuál fue su reacción al escuchar el diagnóstico del
médico?
¿Te digo algo? Ese diagnóstico yo lo imaginaba siempre, más
no lo esperaba tan pronto. ¿Por qué? Mi mama murió hace 9 años de cáncer de
seno, a mi tía le dio hace tres años de ovario y, gracias a Dios, está sana,
mis tías por parte de papá, a la mayoría les ha dado y están sanas, gloria a
Dios. Entonces, siempre viví con esa realidad familiar, que siempre me decía mi
subconsciente, “algún día yo pasaré por eso”, lo atraje con mi mente y así
pasó. Pero han sido más grandes mis ganas de vivir, de seguir disfrutando de
las personas que amo, de tener mi familia, de ayudar con mi testimonio a que
muchas personas se levanten de ese hueco oscuro en el que se meten, después de
un diagnóstico como ese. Es por todo lo anterior que después de derrumbarme, de
llorar, de no querer ver a nadie, decidí confiar mi vida a Dios y decirle: “Bueno
papito Dios, si ahora paso por esto es por tu voluntad, solo te pido que me des
la fuerza para seguir luchando y te pido por muchos propósitos positivos ante
esta situación”. Y así ha sido, le puse la cara y aquí estoy, feliz, sana y
bendecida.
¿Alguna vez sintió miedo o perdió las ganas de vivir, de
seguir adelante?
Sí, claro. Ese 1° de
abril en la mañana, fue el día en que más temor e incertidumbre sentí. No
pensaba, no reaccionaba, no vivía.
¿Cómo ha sido el proceso de las quimioterapias? ¿Cuántas
le han hecho? ¿Le han traído efectos secundarios?
Las quimios…mi cuerpo
las ha recibido muy bien, gracias a Dios. La única que me “tumbó” fue la
primera, era normal que pasara. Las quimios son un veneno que acaba tanto con
las células malas como con las buenas; esa primera me dio mucha debilidad, náuseas
y lloré bastante.
Hoy en día llevo 6,
me faltan 2, y como te dije, mi cuerpo reacciona bien ante ellas. Yo descanso
un día después de hacérmelas y después ya me voy a trabajar normal: hago mis
grabaciones, hago ejercicio y mi vida sigue mejor que antes.
¡Incondicional! Todos
los días le agradezco a Dios por mi familia y por mi novio. Ellos son mi
bastón, mi fuerza, mis ganas, mi todo en estos momentos.
¿De qué manera afectó esta enfermedad en el desarrollo de
su diario vivir?
En nada, Dios me ama
tanto, tanto, que mi vida está mejor que antes.
Al principio, decía: “Bueno
el cabello se me va a caer”. ¿Qué haré? Y hoy digo: el cabello se me cayó y
aquí estoy feliz con mi calva, a la gente le gusta verme más así, que con la
peluca. Y, lo más importante, es que me va a salir más bonito que antes. Entonces,
todo ha pasado para bien.
Ahora que has superado de cierta forma esta prueba que
Dios puso en tu camino, ¿qué proyectos tienes?
Seguir trabajando,
grabando, cuidándome mucho, hacer campañas contra el cáncer de seno, continuar
dando testimonio, que me encanta hacerlo. Quiero escribir un libro y muchas
cosas más.
¿Qué cambios tanto espirituales como personales, ha
dejado en Loretta Sterling esta lucha contra el cáncer de mama?
Tantas… Espirituales,
las más grandes e importantes: Dios es mi guía, mi padre, mi sanador, mi todo
en estos momentos. Yo camino en su luz, siempre y, mientras pueda, hablaré de
la gloria que le doy todos los días. Y personales: hoy soy más sencilla, no voy
a mil en mi vida como antes, no me cargo con cosas que no me corresponden ni
deben afectarme a mí, disfruto estar con las personas que amo y, hoy abrazo más
a mis familiares. Cuando hablo con ellos les digo “te quiero”, cosa que hace
meses atrás, no hacía.
Es dura la situación, pero de la mano de Dios la sabemos llevar, estoy pasando por lo mismo y al igual que otras como tú que están o han estado en este proceso seguiré su ejemplo de lucha y confianza en Dios.
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