Diana Granados |
María Alejandra Silva |
Por Diana Granados y María Alejandra Silva
La guerra civil en Siria es
un conflicto bélico entre las Fuerzas Armadas de Siria y diversos grupos
armados opuestos al gobierno del Partido Baath Árabe Socialista y de su
presidente, Bashar Al-Asad. Pero hay otros agentes externos que están planeando
intervenir en esta guerra que empezó entre dos.
El presidente de los Estados
Unidos, Barack Obama, ha manifestado su interés en intervenir en la guerra de
Siria respaldándose en el hecho ocurrido en las últimas semanas en donde el
ejército sirio utilizó armas químicas siendo afectados así miles de ciudadanos “rebeldes”
o no, que se encontraban en el lugar de los hechos.
A pesar de las declaraciones
de Obama, en donde afirma que sus intereses son meramente morales y con el fin
de hacer valer los derechos humanos que están siendo omitidos en esta guerra,
es inevitable preguntarse, ¿Estados Unidos atacará a Siria realmente por
cuestiones de moral?
Se sabe que la utilización
de armas químicas es una violación de varios convenios internacionales,
incluida la Convención sobre Armas Químicas, que Siria no ha firmado y el
Protocolo de Ginebra, del que sí es parte actualmente. Esto quiere decir,
entonces, que en caso tal que las pruebas determinen que se usaron químicos en
la guerra, el gobierno Sirio y Al Assad serían criminales de guerra,
“justificando” así la intención de Obama y del gobierno de USA.
Pero, ¿será este suficiente
motivo como para crear más guerra dentro de una guerra? Habrá que preguntarse,
además, si el bombardeo que propone Estados Unidos contribuirá realmente a
salvar vidas, a defender los derechos humanos, a tener un mundo mejor y en paz.
De ninguna manera esta es una solución, lo único que haría sería empeorar la situación, salvaría
el honor de una sola persona por sobre las muchas que cada día mueren y que
seguirían muriendo con la actuación de Estados Unidos. Sin embargo, Obama es
inteligente y su gobierno también, hay un trasfondo en esto y la meta no es
Siria, es Irán. Pero la decisión ahora no está en manos del mandatario, éste ha
transferido la aprobación de un ataque contra Siria al congreso de su país; como
quien dice, se lavó las manos y se libró de toda culpa.
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