HACIENDO CIENCIA DESDE BARRANQUILLA HACIA EL MUNDO.

Por: Natalia Ricardo.

Oftalmólogo cirujano refractivo y de segmento anterior. Director científico de la organización Carriazo. Docente e investigador internacional.

César Carriazo, nacido en San Marcos (Sucre), se ha arriesgado a hacer ciencia desde Barranquilla, la ciudad que desde hace años lo adoptó. Siendo de los pocos médicos dedicados a la ciencia en nuestro país, Carriazo se ha ganado el reconocimiento dentro de la oftalmología en Latinoamérica y el mundo, debido a sus innovaciones en técnicas oftalmológicas y la elaboración de instrumentos que aportan al avance de la cirugía refractiva.

Entre sus investigaciones e innovaciones se encuentra el microquerátomo Carriazo-Barraquer, el cual creó y patentó con el doctor Ignacio Barraquer, para la cirugía refractiva. Además de esta creación, se encuentra el microquerátomo M2, el Carriazo pendular, el más usado actualmente, y una técnica quirúrgica con la que se evita en un alto porcentaje el trasplante de córnea. En estos momentos, sigue pensando en seguir aportándole sus creaciones a la salud.

NATALIA RICARDO. -- Con tantas ofertas que ha tenido en el exterior, ¿Por qué decide quedarse en Barranquilla?

CÉSAR CARRIAZO. -- La decisión de yo establecerme aquí en Barranquilla nace, porque yo soy costeño y tengo toda mi familia acá y porque soy un tipo muy familiar. Además, me di cuenta que uno, desde Barranquilla, puede controlar todo el mundo y no necesita uno estar en otras partes para tener acceso a las tecnologías y poder llegar a ser conferencista internacional y desarrollarse en su profesión.

Yo, desde Barranquilla, estoy interactuando con gente muy importante en otros países, y cuando tú estás en tu país, tú puedes ser rey en tu país, pero cuando llegas a otro país, eres una piedrita más; entonces, es mucho más difícil triunfar en otros países. Por muy bueno que seas, en Estados Unidos tú eres un número del seguro social, mientras que yo, desde aquí, hablo con el máximo de los americanos, el máximo de los europeos. Entonces, esa fue la decisión y desde acá hago muchas cosas que llevo a los mercados internacionales

Tiene 15 años tratando a los pacientes desde 

su evaluación hasta la máxima recuperación,

 en Carriazo Centro Oftalmológico.

¿Qué piensa usted de la salud prestada por las EPS y los inconvenientes que expresan los pacientes para el acceso a las especializadas?

Las EPS son las entidades de salud que contratan con clínicas y que tienen una proyección de cobertura muy amplia para que toda la salud llegue a los estratos muy bajos, pero tiene un gran problema y es que no están reguladas; entonces, contratan al que quieren y no miden la calidad del servicio; pues, lo que les interesa es la parte económica; el paciente no tiene acceso a una salud adecuada, porque tiene tantos trámites que hacer que no puede llegar directamente a donde tiene que llegar, y cuando llega, las instituciones están contratadas de una forma de capitación que es leonina, que atenta contra el paciente.

En mi opinión, es una salud muy pobre en calidad la que estamos teniendo en Colombia.

Y, ¿qué propone usted para mejor esa salud?

Simplemente, regularla, que las EPS no puedan tener crecimientos verticales, o sea, que, no puedan tener clínicas de ellos, y que el paciente pueda escoger entre diferentes opciones que hoy no tienen.

Dr. Cesar, en cuanto a sus innovaciones en la ciencia, ¿cómo es el proceso de producción y creación de una nueva técnica?

Eso es más complicado de lo que se pueden imaginar. Crear algo, va a depender de la necesidad que haya; yo, para crear algo, primero tengo que hacer consultas, ver los pacientes, cuáles son las quejas, qué necesidad tiene el paciente que no ha sido solucionada. Entonces, ahí nace una posibilidad de un desarrollo y es buscar algo que le satisfaga al paciente que hoy en día no se le puede satisfacer. Ahí nace la inquietud científica y ahí nace un proyecto de investigación, voy a buscar esta solución.

Y en esa búsqueda de una solución, uno  puede crear una máquina, una tecnología, un software; investiga qué hay en el mundo, porque no se ha podido solucionar el inconveniente, y, de acuerdo a la inquietud científica del médico y su preparación, puede uno llegar a crear nuevas tecnologías, como nos ha pasado a nosotros.

¿En qué consiste el microquerátomo Carriazo-Barraquer?

Trabaja de cerca con la U. del Norte, incentivando a los estudiantes a investigar,
 y colabora con el departamento de investigación y desarrollo.

Este, junto a los demás aparatos, lo que permiten es que uno pueda aplicar el laser para mejorar la visión de los pacientes. Hoy en día, los pacientes no usan gafas, porque tenemos esas máquinas, que ayudan a corregir los defectos refractivos. Entonces, si tú eres miope o hipermétrope, con esos aparatos uno los opera y el paciente queda bien.

¿Está en contra de alguna técnica empleada hasta el momento en esta rama de la salud?

No, no en contra, lo que pasa es que hay técnicas; por ejemplo, el trasplante de córnea, que es cambiar la superficie anterior del ojo y poner otra; yo no la hago casi, porque yo desarrollé una tecnología para evitar abrir el ojo y que haya que cambiar la córnea; solo se cambia el casquete anterior. Entonces, si tú cambias solo el casquete anterior, quitas todos los riesgos de visión, de perder un ojo, de rechazo y de todo. Por lo tanto, estas tecnologías son muy buenas, porque al final se van a imponer y van a reemplazar otras técnicas que han estado vigentes durante muchos años, porque no había la tecnología para hacer otras cosas diferentes.

¿Usted cree que sus nuevas técnicas han sido de gran beneficio a la ciencia?, ¿o piensa que más adelante, estas llegarán a ser olvidadas?

No, yo no creo que esto sea olvidado. Pasaremos a la historia y quedaremos inscritos en algunos libros donde aparezcan los apellidos de nosotros, como todo en la vida. Pero, todavía estamos vigentes en el mundo, y son tecnologías que se aplican en todo el mundo. Para que tengas una idea del impacto que tienen estas máquinas en el mundo, Colombia tiene 30 millones de habitantes, las máquinas nuestras han operado a más de 30 millones de personas en el mundo.

¿Desde aquí de Barranquilla?

Hechas en Barranquilla, pero fabricadas en Alemania. Yo aquí las desarrollo, pero luego contrato una empresa que las haga, porque hasta ahora no podía hacer tecnología en Colombia. Los últimos cuatro proyectos, los estamos fabricando aquí en la empresa, en nuestros laboratorios.

Estas técnicas que usted está implementando, ¿tienen algún riesgo en los pacientes?

Todos los procesos quirúrgicos tienen riesgos, lo que pasa es que los riesgos se disminuyen cuando los procesos están estandarizados, cuando el doctor tiene el conocimiento, cuando los respalda una institución que tiene la tecnología y cuando uno sabe lo que hace. Entonces, nunca pasa nada, porque uno tiene estandarizado eso. Cuando uno no tiene esas cuatro características detrás, los riesgos aumentan.

Dr, ¿cómo pone a prueba sus nuevas técnicas?

El microquerátomo Carriazo-Barraquer, 

fue el primer aparato que realizó; éste, junto 

al doctor Barraquer.

Nosotros usamos primero, ojos de cerdo, los compramos en el mercado, y trabajamos como si fueran ojos humanos en experimentación, en unos quirófanos de investigación que tenemos y ahí operamos. Luego, pasa a una fase de conejo, lo implantamos en conejo y luego pasa a ojo ciego, el paciente que tiene ciego el ojo, presta su ojo y uno le compensa con la cirugía que necesite en el otro ojo o, por el simple hecho de la ciencia, y uno empieza a probar. Cuando ya hay pruebas de que es efectivo, ya uno pasa a ojos que tienen mal pronóstico y, luego, ya a ojos normales.

¿Qué nuevos proyectos tiene en mente?

Voy a terminar de montar una empresa en Colombia, que exporte tecnología a otros países del mundo, ya que en Sur América, no existe ninguna. Ya estamos montando una planta piloto, para montar una planta de alta tecnología.

Además, estamos trabajando en cuatro proyectos nuevos y modernos, para ayudar a los pacientes. Uno es una válvula, otro es un lente, otro es una prótesis y el otro es un aparato para operación de cirugías de cataratas.