Por: José Marenco. |
“Mi
primer reportaje fue en el caño de la auyama”
El
fotógrafo barranquillero nos cuenta acerca de su vida profesional y cómo se ha
convertido en un referente de la fotografía en el país.
Alex Riquett, fotógrafo,
publicista, reportero gráfico y docente de nuestra alma mater, abre las puertas
de su estudio fotográfico para concedernos una entrevista y así hablar de sus
años como reportero gráfico, sus alegrías y tristezas dentro de la profesión y
el regocijo de ver el fruto de su trabajo, después de tantos años de empeño y
labor dentro de la fotografía.
Sentado detrás de su
escritorio, mientras seleccionaba, en compañía de un colega, algunas fotos para
un book (ÁLBUM), Alex Riquett refleja
en sus ojos la hipercromía idiopática del anillo orbitario o, como le
llamamos comúnmente, ojeras, como secuela de años de trabajo duro para
poder tener una empresa de soluciones audiovisuales, como lo es Foto Idea
Studio.
A simple vista, pasa
desapercibido, es alguien normal, un tipo con corbata, pero cuando tiene en
frente de él un equipo de trabajo, muestra en realidad lo que en verdad es: un
apasionado por la fotografía y el diseño publicitario.
Alex,
usted inició su vida laboral en 1984 como reportero gráfico en lo que fue el
Diario del Caribe, siendo joven, siendo alguien que iba a adentrarse en esta
nueva etapa de su vida…
-
Pienso, perdona que te interrumpa, que inicié
anterior a 1984, creo que fue en 1982 algo así, porque te digo, yo inicié
tomándole fotos a mi familia, a mis amigos… desde que yo comencé, en mi casa
había una cámara, mi abuelo tenía una cámara gama alta en ese entonces; es más,
todavía la tengo ahí como reliquia. Yo tomaba fotos como loco, aquí y allá.
Andaba con mi cámara así como andas con la tuya, gomoso.
Podemos
decir, entonces, que su amor por la fotografía inició desde pequeño…
-
Es correcto, desde pequeño, entre seis y diez
años como mi hijo más o menos. Era y es mi pasión, porque fíjate que yo estudié
varias carreras, pero me dediqué a la fotografía, que era lo mío. Entonces, qué
pasó ahí, yo comencé tomando fotografías de mi casa; después, donde mis amigos
y, luego, por la cuadra. Más adelante, cuando ya tenía más o menos experiencia,
fue que salí a tomar fotos a otros eventos porque me contrataban para cosas
sencillas, pero, a veces, no me pagaban o no iban por las fotos y mi abuelo era
quien me ayudaba porque yo salía era con su cámara y guardaba todas las fotos,
las películas y todo eso porque esperaba a que las buscaran y me pagaran por
ellas, pero nunca lo hicieron. Yo me deshice de todo eso, que lo tenía guardado
en un cajón en mi casa, cuando me contrataron fijo en una empresa que fue el
Diario del Caribe.
Como todo buen fotógrafo, Alex Riquett siempre tiene su
equipo a la mano.
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Alex,
cuando usted entra a trabajar fijo en el Diario del Caribe y se da cuenta que
está en lo que a usted le apasiona, qué pensamientos se paseaban por su mente…
-
Que quería tener mi propio estudio. Yo soñaba
con tener mi propio estudio fotográfico, aún desde niño, porque cuando me
pagaban uno que otro trabajito, ya como profesional, empecé a estudiar, a hacer
cursos de fotografía. Hice uno en la Alianza Francesa, estaba pelao, 18 o 17
años tenía yo en ese entonces, pues ahí fue donde comencé a comprender los
términos de la fotografía y a manejar los planos, los ángulos, todo lo que es
necesario que un fotógrafo debe saber para poder decir que es fotógrafo.
Pero
cómo fue que usted logró entrar al Diario del caribe…
-
Por mi abuelo, que era amigo del director del
periódico, quien, a su vez, hacía parte de esos amantes de la literatura que se
reunían en la cueva a hablar de libros. Era costumbre que mi abuelo y el señor
Alfonso Fuenmayor se reunieran a tomar un whisky. Mi viejo le dijo que tenía un
nieto al que le gustaba la fotografía y que lo tenía triste porque cuando no me
pagaban por las fotos, le tocaba a él darme a mí y regalarme para las
películas, y le dijo ponlo a trabajar en
el periódico. Mi primer trabajo, lo primero que me pusieron a hacer para
probarme, fue un reportaje acerca de cómo estaba el caño de la auyama.
Previamente, me habían regalado una camarita, que todavía tengo por aquí, deja
y te la muestro…
Después de pocos segundos,
con alegría, Alex llega a su escritorio y dice mírala aquí, esta es mi camarita. La primera cámara que yo tuve y yo me
fui a hacer mi trabajo con ella.
Cuénteme
acerca de las experiencias que vivió en el Diario del Caribe…
-
Las experiencias son muchas, la verdad es que
como reportero primerizo, lo primero que te ponen a hacer, inicialmente, son
crónicas rojas y ahí es donde aprendes más acerca del oficio de periodista
gráfico porque cuando uno entra a un medio, las personas que hacen lo mismo que
tú en ese lugar, se empiezan a preguntar el porqué de tu llegada a la empresa,
qué te hizo merecedor del puesto y fíjate que mi primer trabajo fue tan bueno
que al día siguiente de hacerlo lo publicaron, lo que disipó las dudas de
quienes se preguntaban quién era yo.
Alex,
en 1992 fue nombrado editor gráfico de El Heraldo y la vez jefe de fotógrafos,
tiempo después, en 1993 fue personalmente a cubrir el partido Colombia-
Argentina, el del histórico 5-0… por qué no mando a otro en vez de ir usted
mismo…
-
Yo era jefe de fotógrafos, pero aun así, el
periódico me enviaba a cubrir eventos como enviado especial. Fui a ese partido,
en compañía de varios compañeros colegas del periódico, aun teniendo en cuenta
que nos tratarían mal en Argentina y que seríamos objeto de burla e insultos,
pero regresé con la alegría de saber que la foto con que sale Rincón celebrando
el primer gol, que esa la tomé yo; fue publicada por muchos diarios porque
nadie había podido tomar una foto de tal magnitud.
Pero
usted regresa y decide que no seguiría más como reportero gráfico y decide
abrir su propio estudio… ese proceso no fue de un día para otro, imagino que
debió llevar su tiempo…
-
Sí, comenzando con que lo más duro fue pasar
mi carta de renuncia, tomar esa decisión, el haberlo hecho fue lo mejor que he hecho
en la vida… pienso que la fotografía me lo ha dado todo, el tener una vida
digna, darle educación a mis hijas aquí y fuera del país… tener a mi hijo menor
en un buen colegio, darme gustos, tener una vida cómoda, no lujosa, cómoda.
Tener lo necesario. Y desde el partido aquel que me llevó a tomar esa decisión,
pasé mi carta de renuncia y abrí mi propio estudio. Iniciando desde el garaje
de mi casa donde duré 3 años y me mudé de ahí porque ya tenía clientes y
experiencia para salir al ruedo.
Sonriente
tras ver los registros de su hijo haciendo sus pininos como reportero gráfico.
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Alex,
en 1996 le dan su tarjeta profesional que lo certifica como fotógrafo
profesional en Colombia y el mundo, qué sintió usted al recibir esta
certificación…
-
Realmente, yo pensé que eso no me iba a
servir para nada, pero en realidad me ha servido de mucho. A muchos fotógrafos
no les ha servido, pero a mí sí me ha servido para muchas cosas y me da muchas
ventajas.
Entonces,
se puede decir que la tarjeta profesional le ha abierto puertas…
-
Sí, es más, estoy dando clases en la
universidad, gracias a mi tarjeta profesional. Me permite comprar mis equipos
sin la necesidad de pagar impuestos porque son para mi uso personal y dictar
conferencias a periodistas que son empíricos y que no manejan bien las nuevas
herramientas tecnológicas.
Y
hablando de herramientas tecnológicas, para usted cómo fue ese cambio de lo
análogo a lo digital…
-
La verdad es que yo estuve reacio a ese
cambio, por lo menos los primeros 3 meses. Cambié de parecer cuando hice un
viaje a Estados Unidos y vi cómo trabajaba esa gente por allá y me enamoré de
lo digital. Cambié todos mis equipos inmediatamente.
Hablemos
de los viajes, cómo ha sido esa experiencia…
-
La fotografía siempre ha sido mi pasión y
esta pasión me ha dado el privilegio de viajar por deferentes partes del mundo
como Francia, Brasil, Argentina, España, Estados Unidos y he tenido la
oportunidad de ir más allá de las fronterasque, como profesional ha sido lo
mejor, y como persona ha sido algo muy emocionante.
Ya
para terminar, Hablemos de sus premios, de las condecoraciones que ha recibido…
-
Premios y homenajes, condecoraciones, tengo
muchos de esos que la verdad son algo que le da valor a tu trabajo, no dinero
porque este tipo de premios que tengo, que gané, no dan para lucrar al
fotógrafo, pero si hacen que tu trabajo sea valorado.
Michel
Riquett, un personaje importante en su vida puesto que es su hijo menor… es
motivo de orgullo el hecho que su hijo de tan solo 6 años esté apasionado por
la fotografía y ya haga sus primeros trabajos fotográficos o los premios que
usted pueda tener…
-
Mi hijo no sabe leer, apenas está aprendiendo
y el ver que le apasiona la fotografía a esa corta edad, me hace sentir
orgulloso, no quiero ser influencia para él en cuanto a su futuro profesional,
pero la fotografía es quien lo influencia y apasiona.
Ve
un fotógrafo en proceso…
-
Veo a un niño que hace maravillas con una
cámara. Veo a un futuro fotógrafo. Veo a mi hijo gomoso como alguna vez lo
estuve yo a su edad.
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