Por: Miguel
Saade y Camilo Mugno
En una
noche cualquiera del mes de noviembre, brisas frías, anunciando que diciembre
con su ventolera estaba por llegar, mi colega y yo nos dirigíamos hacia una de
las discotecas más populares de la actualidad, la cuna de la gente chévere de
nuestra amada Barranquilla, se trataba de Discolo, la casa de los artistas
latinos del momento, esa que mes a mes logra un evento exitoso con cada artista
que los visita y, por este motivo se encuentra en el podio de la fama.
La
angustia y ansiedad nos acompañaba, sabíamos que estaríamos compartiendo en
minutos con los dos más grandes acordeoneros de las últimas generaciones: Franco
Arguelles, de las décadas de los 80, 90 y
Juan Mario De La Espriella, el acordeonero más influyente de la
actualidad, en un camerino en donde conoceríamos más de estos personajes en su
naturalidad, que como artistas.
Al
entrar al centro comercial sentímos que el momento había llegado, era cuestión
de subir al tercer piso y entrar por la puerta en donde uno de los acordeoneros
nos había indicado, primera vez en la que llegábamos a la discoteca por la
entrada de los artistas y no como unos espectadores más, la gente nos veía y
sentíamos que en su mente se preguntaban ¿y estos por qué están aquí?. La
primera persona que nos abre la puerta era nada más y nada menos que Juan Mario
De La Espriella, quien de manera jocosa, pero a la vez acelerada nos dice:
“bueno muchachos a lo que vinimos, porque ahorita esto, por cuestiones de
tiempo, se nos complica”.
Nos
invitaron a tomar asiento y justo ahí, llega a donde estábamos la otra figura
del acordeon, Franco Arguelles, recibiéndonos con estas palabras: “nuestros comunicadores del futuro”.
Notamos
ansiedad en su mirada, El Coronel
como por cariño muchos le decimos, no quitaba sus ojos de la tarima, dejando a
entender que a pesar de su profesionalismo y nivel de experiencia en estos
grandes escenarios, sentía presión luego de volver después de tanto tiempo a un
concierto de tal magnitud, mientras que Juancho solo disfrutaba del momento tan
a meno que en ese lugar se vivía, decidimos romper el hielo y, para liberar
tensiones nos dejamos cautivar por la personalidad intrépida de uno de los
músicos que conforman la agrupación de Peter Manjarres, mientras entre risas y
anécdotas nos seducía con su forma de actuar.
Con
naturalidad y confianza, nos comienzan a relatar cómo empezaron su historia en
la música vallenata, ambos coincidieron en que sin duda fue la influencia de la
tradición musical de la costa y los gustos musicales de su familia, los que lo
llevaron a portar en su pecho un acordeón.
Franco
Arguelles nos cuenta que decide darle la oportunidad a figuras jóvenes del
canto para que por medio de su reconocimiento, estas personas llegaran al
estrellato. Notamos cierta sonrisa en el rostro del maestro Juancho De La
Espriella, en ese momento y es justo ahí cuando dice: “definivitamente por algo
es El Coronel”, todos en ese momento
reímos y luego de esa pausa activa, seguimos con la entrevista; Juan Mario De
La Espriella decide hablarnos un poco acerca de la crisis que el vallenato está
atravesando por causa del poco valor que los cantantes le están dando a los
acordeoneros, “ahora quieren ser artistas
solos y el acordeonero que pase a ser un músico más”, expresó De La Espriella
en desacuerdo. “Antes los grupos de
música vallenata estaban conformados por cantantes y acordeoneros, por eso es
que debemos seguir luchando, para que nuestra imagen y lugar siga siendo
respetado, este genero definitivamente es de dos”.
Decidimos
preguntarles por una anécdota de tantas que tienen para contarles a sus
seguidores y El Coronel sin pensarlo
dos veces nos contó que una vez algunos compositores como Chema Moscote, Luis Egurrola
fueron a Barranquilla para determinado cantante de la alta esfera del vallenato:
”entonces cuando yo estoy montando la canción, a ese interprete le gustó mucho
cómo tocaba y fue tan descarado que dijo delante del compañero de formula: “el toca bien” y al año él era el que
estaba grabando conmigo, fue una vaina berraca y yo se lo recordé, “te acuerdas de ese pelado que decias que
quizás servía para tu hijo, bueno ese soy yo”, mencionó El Coronel.
Luego
de esta impresionante anécdota, interviene Juancho De La Espriella y dice: “precisamente, muchachos a mí me pasó
algo parecido y, pues, ya que estamos hablando de anécdotas, ahí les va la mía
: en mis inicios musicales, recibí el llamado de un grande del canto, quizás el
mejor de todos los tiempos, me tomó por sorpresa por que jamás lo esperé, estando
el maestro Diomedes Díaz en la cárcel, me buscan para grabar una de las
canciones que estarían incluidas en su próxima producción musical y, fue tanta
la impresión del maestro y el gusto por mis notas que dijo: “con este pelado es
que voy a grabar el CD completo, ya no busquen mas acordeoneros”, la producción
se tituló Pidiendo vía en dónde se desprendieron
grandes éxitos como: Pueda ser que no me
extrañes, Cuando no estas tú y la
canción que le dio título a la pruducción Pidiendo
vía.
Estos
dos grandes iconos del folclor vallenato cuentan con una característica en
común ,y sin pensarlo dos veces, fue ahí donde decidimos hacerles saber que por
medio de esta entrevista resaltaríamos la labor que han hecho dentro del
vallenato, es de aplaudir porque ambos han luchado por preservar la imagen del
acordeonero dentro del género, han hecho que los cantantes respeten el espacio
de cada uno en el vallenato, bien por Juancho y Franco; mientras acordeoneros
como ellos sigan en la tierra, el vallenato no tiene cuando acabar. Franco
responde de manera jocosa que mientras periodistas como nosotros nos
preocupemos por hacer entrevistas tan agradables como estas, el periodismo
jamas morirá.
Se
despide Juan Mario De La Espriella, con la primicia que en ese momento nos
revela, expresándonos que muy pronto vendrían cambios positivos dentro de la
música, para el bien común de todos los artistas, al principio no entendimos,
pero hoy nos damos cuenta que se trata de la aproximación de nuevas uniones
musicales en pro del fortalecimiento del vallenato, ahora sí muchachos …
bajemos a la tarima, llegó la hora de hacer lo que nos gusta, música.
Principalmente me parece una entrevista de un gran interés por el tema del que se está hablando, que es el vallenato y uno de los personajes mas influyentes de este género, actualmente el genero musical del vallenato vive un momento impactante en la costa del país, ya que de hace varios años se ha podido notar un sin numero de cantantes de este genero que han ido dejando huella por sus canciones y ritmos que contagian a la gente, esto es lo que se muestra con esta entrevista, la gran alegría y emoción que se siente al formar parte de un grupo de este tipo de música y también sin duda la ansiedad que existe al momento de verte cara a cara con estas dos grandes personas que forman parte de la música vallenata que son Franco Arguelles y Juan Mario De La Espriella, y que sin pensarlo dos veces, han hecho una gran labor para preservar y que siga vivo el genero musical vallenato.
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Eliminarpor: Gida Melgarejo Colina
ResponderEliminarEs una entrevista de gran interés, como lo dice el texto, hay que resaltar el folclor, lo que nos caracteriza, el Vallenato es un género de gran importancia y reconocido ante el mundo, nos representa y nos hace partícipe de un intercambio cultural y tradicional, de esta forma nos permite creer diariamente. Quien mejor que los acordeoneros para expresar ese sentimiento en las melodías por medio del teclado, “uno escucha el son del acordeón y enseguida transmite alegría, se siente enfiestado”. Dos de los mejores acordeoneros de Colombia, que llevan muy en alto el nombre de todo un país y de la región, son personas que merecer recibir elogios siempre, para que el vallenato sea eterno. Todos los artistas que hacen parte de una banda musical tienen el mismo valor e importancia, son un grupo y juntos hacen magia.