Por Maria Catalina Pinedo Tous
Introducción
Colombia
se ha consolidado como uno de los países latinoamericanos con más auge
turístico, los destinos favoritos siempre son las costas caribeñas que ofrece
el área continental nacional. Cartagena se constituye por su paraíso histórico
formado por murallas, el castillo de San Felipe, la torre del reloj y cada atractivo ofrecido en los planes de
viajes nacionales e internacionales, de igual forma la capital del Magdalena,
Santa Marta, también resulta muy llamativos para las personas que desean
relajarse y disfrutar de las bellas playas con el único lugar en Colombia que
tiene una montaña nevada sobre el nivel del mar. Sin embargo un país tan rico
en diversidad cultural tiene mucho más para mostrar, que lo que se ofrece en
primera instancia en una agencia de viajes.
Un
ejemplo claro de las múltiples opciones no tan populares para escoger como
destino vacacional, es el municipio de Santiago de Tolú, mejor conocido como Tolú.
Sus bellas playas, escenarios coloniales, la tranquilidad de pueblo que se
respira y la calidez humana ponen a Tolú en el mapa para ser tenido en cuenta para
algo más que la explotación de sus recursos naturales.
¿Qué es Tolú?
Santiago
de Tolú, mejor conocido como Tolú, cuyo nombre completo es Villa tres veces
coronada Santiago de Tolú, es un municipio del Caribe colombiano, ubicado justo
en frente del Golfo de Morrosquillo en el departamento de Sucre. Se constituye
como uno de los centros urbanos más antiguos de Colombia, descubierto en
primera instancia por el conquistador Alonso de Heredia el 25 de julio de 1535,
siendo la primera ciudad fundada en lo que hoy se conoce como Sucre.
Durante
la colonia gana importancia como puerta de salida de productos agrícolas,
primordialmente de caña de azúcar que
era cultivada al pie de la serranía de Sincelejo, siendo el siglo XVII fue la
edad de oro de Tolú. Posee jurisdicción de numerosos pueblos con una creciente
y rica actividad ganadera y agrícola, notable vecindario y comunicación
marítima y terrestre relativamente rápida con Cartagena y los centros poblados
de su interior.
Se
convirtió en la época colonial en un punto de interés para los piratas, quienes
fijaron sus ojos en la prosperidad desbordante de la gozaba el municipio en
aquella época, es por esto que en varias ocasiones, el mar sorprendió en este
siglo y en anteriores, a sus pobladores arrojando cañones hasta la orilla de
sus playas.
Cómo municipio turístico
Su
economía se apoya principalmente en la pesca artesanal e industrial y en el
turismo; que genera el mayor eje laboral de empleo local en el municipio, con
cada aspecto importante que Tolú tiene para ofrecer.
Iniciando
por lo fundamental, su mar, conocido como las Playas de Plata de Colombia, generan
un paraíso nacional que atraen a visitantes de todo el mundo para conocer este
tipo de escenarios especiales que cuenta con más de 478 años para contar
historias, y hacer que sus asistentes se vuelvan reincidentes en sus visitas e
incluso reclamando a muchos de ellos como sus habitantes.
Algo
tiene Tolú que atrapa y que cautiva, por más que alguien se resista a quedarse
habitando en él, muy pocas veces un cordón umbilical intangible, reclama
extranjeros nacionales e internacionales como suyos, gracias a la hospitalidad
de los toludeños y a lo bello de sus encantos, aportados primordialmente por
tener las características de un pueblo costeño y de la sabana sucreña.
Un
fuerte atractivo turístico con el que cuenta Tolú, son los balnearios para
practicar ecoturismo, una actividad que permite acercarse a la flora y fauna
marina con las que cuenta el pueblo, y además diversos sitios de interés
turístico como las Playas del Francés situadas a unos 20 minutos del casco principal, La Ciénaga de la
Caimanera, en donde los manglares y
las especies nativas se dejan ver en todo su esplendor para enamorar a sus asistentes.
También cuenta con la cercanía a las islas del Archipiélago de San Bernardo,
donde es posible el buceo y la pesca deportiva.
Sus tradiciones: La Semana Santa
La
semana santa o semana mayor, se constituye como una tradición de siglos en el
pueblo, traída junto con la religión católica, se torna en el evento más
esperado del año para muchos debido al toque diferencial con el que cuenta.
Los
días santos se viven con mucho fervor religioso, en el que se llevan a
cabalidad numerosos actos representativos, procesiones únicas en su tipo y
eucaristías especiales a los que asisten cientos de personas entre propios y
visitantes. Sin embargo así mismo hay quienes aprovechan los días Santos para
fiestear e inundar sus penas con licor, un desorden al que Tolú está
acostumbrado hasta el amanecer del jueves Santo cuando la procesión regresa a
la iglesia principal, la parroquia Santiago Apóstol, en donde ante aplausos,
lágrimas y copas de licor levantadas, el pueblo se despide de un monumento de
casi una tonelada cargados por decenas de personas a la vez que se han ido
rotando durante toda la madrugada desde las 12 de la mañana.
Conclusión
Cuando
llegues a Tolú y camines por sus callecitas, disfrutando de todo el color y la
alegría que tiene para ofrecer un municipio con tanta historia, no mires a tu
alrededor, obsérvalo y aprécialo cuanto más puedas, pues estas ante un
monumento al esfuerzo, la lucha constante por salir adelante y la tradición que
se constituye vivir sencillo, tranquilo y feliz, porque nada vale más que
sentir la brisa marina que refresca lo cálido de su ambiente y que más
privilegio que disfrutar de los atardeceres más inmortales de Colombia y del
mundo, donde Dios se toma el trabajo de pincelar y esparcir al azar colores con
el único propósito de embellecer el cielo que acompaña a una gente caribe con
ganas de salir adelante, formando de esta manera el perfecto lugar para vacacionar.
Definitivamente Tolú es un paraíso !!!!
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