La aleación de la química en la vida

Por Luis Carlos Madrid de la Rosa

  

Juan Martín Madrid de la Rosa es un ingeniero químico de Barranquilla. Con 26 años, ya fue invitado a la casa de Nariño para reunirse con jóvenes investigadores de todo el país, gracias a su gran desempeño como joven investigador.

Progenitor de una familia sencilla, impulsada por una mujer que siempre ha estado involucrada con la comunidad, este joven egresado del Instituto la Salle, estudió en la Universidad del Atlántico, donde también, se desempeñó como joven investigador.

¿De dónde nace estas ganas de estudiar ingeniería química?

Yo vengo de una familia muy unida, desde mis papás hasta mis tíos, gracias a Dios, y a mi familia, pude estudiar en un colegio muy bueno. Mis días estudiantiles fueron excelentes, siempre me destaqué intensamente con los números. Desde muy pequeño, me gustaba estar en mi casa, jugar, ver animes, demasiado Dragon Ball Z. Es muy curioso, pero hasta el grado octavo de secundaria, me di cuenta que me gustaba estar involucrado en investigación, saber y querer experimentar con cosas nuevas, siempre me fue bien en el colegio con la química y física.

¿Pensaste estudiar otra carrera?

Sí, claro, mi segunda opción, por decirlo así, fue la comunicación social, estuve a punto de entrar en los hermanos sallista, no se pudo.

¿Practicaste alguna clase de deporte?

Sí, practiqué fútbol, pero nunca en una escuela, jugué en los intercolegiales, nunca vi el fútbol como una profesión.

¿Por qué decidiste estudiar en la Universidad del Atlántico? 

Es curioso, cuando dieron los resultados de las Icfes me fue demasiado bien. Saqué 465, a nivel nacional ocupé el puesto número 13. La Universidad del Norte me ofreció una beca por el cincuenta porciento para ingresar; en ese entonces, la Universidad del Atlántico (UA), la ingeniería química era una potencia aquí, decidí intentar entrar aquí, eso fue en enero del 2011, gracias a las Icfes pude entrar. La UA es buena, ahora es que ha decaído, pero en ella están profesores muy entregados que muestran que sí está para grandes cosas esta academia.

¿Crees que los estudiantes han degradado esta institución?

No, todos no pueden ser señalados con el mismo dedo. Te digo yo porque estuve en ella; muchas veces, por tomar apecho los derechos de los estudiantes, nos olvidamos de la educación, el tiempo que perdemos por entrar en conflicto con la autoridad, no está de más luchar por lo que sí se debe, pero no destruir a ella misma, le hacemos muchísimo daño a las generaciones que vienen atrás de nosotros.

¿Quién te involucra como joven investigador?

Mediante la carrera, una compañera y yo, estábamos trabajando muy duro en nuestro proyecto final, mi colega Milena Urquijo, me manifestó sobre una propuesta para quedarnos en la universidad y trabajar un cierto tiempo para sacar adelante este proyecto, nunca pensé que este proyecto llegaría tan lejos.

¿Cuál era el proyecto?

El proyecto era sobre Productos Naturales y Bioquímica de Macromoléculas; simplemente, se trata de cómo hacer aceite de cocina con corozo, la transformación, de cómo los productos naturales, las semillas de las frutas pueden ser reutilizable para el uso del ser humano.

¿De dónde sale este proyecto?

Nace por una necesidad que, sin darnos cuenta, nos está sucediendo, mediante el degrade de la palma de aceite, debemos buscar nuevas formar de obtener ingredientes para el uso doméstico, pero de una manera saludable, de esta nos enfocamos en cómo las semillas del corozo es una productora de aceite sin hacer daño ambiental. 

¿Cómo llegas a la casa de Nariño?

Nunca pensé llegar allá. Gracias a una maestra que estaba trabajando con nosotros en el proyecto, nos hace una llamada diciendo que habíamos sido invitados a la casa de Nariño para recibir una distinción por el proyecto, fue de un día para otro, fue una gran experiencia.

¿Piensa en seguir estudiando?

Sí; actualmente, estoy realizando un curso de inglés avanzado para elevar el nivel de inglés que ya tengo, gracias a esta distinción hay propuestas sobre irme fuera del país, espero y aspiro a especializarme en Bioquímica, también quiero estudiar mandarín y francés, está en los planes.

¿Por qué la bioquímica?

Me parece un campo muy interesante. En este campo podemos entrar mucho en el ser humano, es bueno ayudar, aquí ejerzo las dos partes, el estudio de las ciencias diferentes, pero que van de una sola mano.