Por Karolin S. Pérez Gómez
El proyecto de ley 234 fue aprobada en
el Senado de la República en el primer debate en septiembre del 2018. En dicho
proyecto se define a la Comunicación Social como proceso y disciplina de
interacción social, que tiene como propósito el acto de comunicar a través de
unos elementos de transmisión de carácter verbal o no verbal. El periodismo
tiene como función la investigación, redacción, producción y divulgación de
contenidos periodísticos. Se considera periodista a la persona que participe en
la búsqueda, documentación y difusión de información de interés público.
Este proyecto contempla que se le
reconoce profesional, cuando se cumple, por lo menos, uno de los siguientes
requisitos: haber cursado o aprobado un programa de comunicación social y/o
periodismo en Colombia o en el exterior, en instituciones de educación superior
reconocidas por la entidad estatal y con reglamentación en el país donde se
expide el título profesional. Para el caso de Colombia, el ministro de
Educación Nacional es quien le responde la verificación de calidad y
otorgamiento de código Snies para impartir conocimiento en dicha disciplina.
El periodista se dedica al periodismo,
ya sea en prensa escrita, fotográfica, radio, entre otros medios digitales. Se
considera buen periodista al que consigue información relevante, breve y exacta
en el menor tiempo posible. Los principios de un periodista son el respeto por
la verdad y el rigor en la búsqueda de información fidedigna y verificable.
Está regido por estrictas normas de ética y otros valores y siempre considerando
los Derechos Humanos como agente.
No obstante, un periodista no siempre
puede garantizar la verdad, pero obtener hechos con exactitud es un principio
fundamental del periodismo. Siempre se debe luchar por la precisión, dar a
todos los hechos pertinentes que tenemos y garantizar que han sido verificados.
Aunque la mayoría de historias tienen dos lados. Si bien no hay obligación de
presentar todos los puntos de vista en cada pieza periodística por así decirlo,
las historias deben ser presentadas con contexto.
Finalmente, cuando se habla de objetividad, no siempre es posible y puede no ser siempre deseable, pero informar imparcialmente genera credibilidad y confianza. Los periodistas no deben dañar a nadie, lo que se publica debe generar impacto de palabras e imágenes en la vida de los demás. Una señal de profesionalismo y periodismo responsable es la capacidad de asumir la responsabilidad, cuando se comete errores, se deben corregir. De este modo, los periodistas y los medios de comunicación tradicionales podrán ejercer un liderazgo respecto a la libertad de expresión ética.
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