Por Luis Consuegra
La importancia de un código de ética radica en el
respaldo que este tenga por parte de los medios de comunicación y empresas que
cuentan con periodistas dentro su equipo laboral. El periodismo es una
profesión, desde el momento en que más 20 universidades abren un programa para
formar comunicadores sociales y periodistas. Lastimosamente, para muchos
congresistas y altos mandatarios del gobierno esta carrera solo sigue siendo
mero arte y nada más.
En los textos “Código de Ética del Periodista” y
“Proyecto de ley 284 de 2018” se exponen puntos similares, pero con una
diferencia clara. El Código de ética hace referencia a la conducta que debe
tener el periodista al realizar su labor y una serie de normas que debe cumplir
para que su credibilidad y buen nombre no se vea en juego. Esta es una carrera
en la que se vende, ganándose la confianza del cliente y esto se logra a través
de la veracidad y eficacia de la información que se vaya a comunicar. En este
código también mencionan la importancia de no mezclar una opinión personal con
el contexto laboral y en caso de presentarse dicha situación, el periodista
tiene el deber de usar un lenguaje adecuado para no ensuciar el buen nombre de
la empresa a la pertenece. Esta profesión es de mucha exposición también, y
cualquier cosa que se pueda opinar, aunque sea una opinión personal, el cliente
u audiencia hablará de la empresa y no del trabajador.
En el proyecto de ley, hace referencia a muchas de las
cosas mencionadas anteriormente, sin embargo están expuestas desde una
perspectiva y legal y a la vez proponiendo al gobierno nacional un
reconocimiento y valor a la profesión del periodista, y esto es muy justo con
el periodista, ya que como se mencionaba anteriormente es una profesión en
donde muchos profesionales se exponen debido al alto riesgo que implica conocer
cierta información en casos políticos y judiciales. Este proyecto tiene un
punto muy interesante y es que brindará una oportunidad de formación para
aquellos que han venido ejerciendo de manera empírica la profesión, sin
embargo, esto implica una responsabilidad por parte de los medios de comunión y
es la de exigir dicha formación básica, ya qué hay lineamientos teóricos y
técnicos que se deben tener en cuenta al momento de informar.
Para concluir, este proyecto es viable, siempre y cuando
el código de ética sea llevado a cabo de manera correcta y no se incumpla. El
periodista empírico y el profesional, deben comprometerse a una adaptación de
muchos cambios que traería este proyecto de ley y que seguramente hará que en
muchas empresas se implemente el código de ética.
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