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miércoles, 24 de junio de 2020

La importancia de la ética en el ejercicio periodístico

Por Claudia Méndez Beltrán

Los medios de comunicación son de gran valor; ciertamente, son reconocidos en nuestra sociedad como un espacio de transformación y desarrollo en torno a la realización de los comportamientos éticos en el ejercicio del periodista, manteniendo la función de publicar, del mismo modo, emitir noticias que sean de calidad, que estén debidamente contextualizadas, objetivas y muy bien contrastadas.

En este contexto, el código de ética del circulo de periodistas de Bogotá (CPB) y el proyecto de ley 234 de 2018, poseen contenidos muy similares, ya que, ambos destacan la profesión del comunicador social y periodista; asimismo, reconocen los derechos y deberes inherentes a esta profesión; por ejemplo, el secreto profesional, el libre acceso a los lugares y fuentes de información, el derecho de petición ante las entidades públicas y empresas mixtas del estado para fines periodísticos, la objeción de conciencia frente a dar o recibir información que atente contra principios religiosos, morales, éticos, étnicos o de cualquier tipo en la persona del periodista.

Igualmente, pretenden reflexionar sobre la necesidad de un periodismo ético, donde prime el desempeño honesto que todo periodista debe mantener en su labor diaria, orientándose con estos reglamentos y/o leyes establecidas para el cumplimiento de las normas éticas que esta profesión exige; es decir, cumpliendo con dichas normas, el periodista puede encontrar ese equilibrio entre su libertad y la responsabilidad al realizar su labor, pues, al ser un profesional que hace uso de información, investigación y transparencia, ofrece a la sociedad un servicio de utilidad pública, de modo que el bien común prevalezca sin fines o intereses políticos y económicos, encaminado a un fortalecimiento de la democracia y la construcción de una sociedad más consciente de sus derechos y obligaciones.

Sin embargo, en la actualidad, la ética se ha visto perjudicada por un manejo de información inadecuado que realizan algunos periodistas. Así, filtran información sin confirmar, le dan cabida al sensacionalismo, la corrupción, no son parciales. Estos son problemas que los llevan a caer en la falta de ética, reflejando un desinterés en el cumplimiento de los valores y normas anteriormente mencionadas, generando críticas por parte de la sociedad misma y, de igual modo, por los colegas del mismo gremio periodístico. 

No obstante, se debería generar un cambio por parte de los comunicadores ante esta problemática, ya que, la sociedad es merecedora de una comunicación fiable y acertada. Del mismo modo, adoptar y respetar las normas éticas para que su trabajo sea garantizado hacia la ciudadanía, como una labor de transparencia. Los periodistas y la ética van de la mano, puesto que esta unión nos permite como profesionales manejarnos con eficacia, mantener una adecuada realización del trabajo, y, por último, pero no menos importante, conservar la integridad personal.


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