Por Ricardo Rodríguez
Juan Manuel Santos, actual
presidente de la República de Colombia, en su campaña previo a las elecciones
del año 2010, luego de un doble periodo presidencial que terminaba Álvaro Uribe
Vélez, decidió tener como fórmula vicepresidencial a Angelino Garzón, para
sorpresa de muchos. Debido a que este hace parte de una ideología izquierdista,
la estrategia de Santos era hacer entrever al país que de la mano con corrientes ideológicas
distintas podría unir a un movimiento político de izquierda en un gobierno de
extrema derecha.
Pues, como era de suponerse,
la relación de estas dos personas con maneras tan diferentes de cómo gobernar
un país se fue deteriorando, y aunque no lo hacían público todos en el país,
somos conscientes que esto explotó; tanto así, que Angelino Garzón,
vicepresidente colombiano, estuvo a punto de alejarse de su cargo, alegando
problemas de salud. Sí, quizás es cierto, pero que Garzón difería casi en la
totalidad de las decisiones de su Presidente, eso estaba claro.
A todo esto se le suma la
noticia que está causando revuelo en Colombia: el actual Presidente de Colombia
y candidato presidencial para dirigir el país por segundo periodo consecutivo,
Juan Manuel Santos, confirmó lo que ya hace aproximadamente, un mes publicaba
revista Semana, que Germán Vargas Lleras podría ser la nueva fórmula
presidencial de Santos.
El lunes 24 de febrero de
2014, en la Fundación Buen Gobierno, se hacía oficial la “pareja” presidencial
de Santos Calderón-Vargas Lleras a la presidencia 2014-2018, la verdad no tomó
por sorpresa a nadie porque ya existían rumores, pero si despertó demasiadas
críticas y diferentes opiniones en todo el país.
Juan Manuel Santos aseguró
que este nombramiento no corresponde a ningún cálculo político, ¡sí como no!,
sino que lo hace por “la lealtad y honestidad” con Vargas Lleras, al señalar
que este cumple el principal requisito que establece la Constitución: tener las
capacidades para desempeñar la Presidencia de la República.
A todo esto, el actual
Vicepresidente de Colombia rechazó la opción de ser Embajador de Colombia en
Brasil, excusándose en problemas personales y familiares, cierto o no, es un
suceso que deja claro que no tiene una buena relación con este gobierno y que
su dimisión es irrevocable; además, señalando “que la necesidad del país es
priorizar la inversión en educación, salud y alimentación como un eje
fundamental de gobernabilidad y no "el cemento".
Angelino Garzón es un gran
dirigente político y con unas ideologías claras que muchos quizás no
compartimos, pero lo cierto es que fue una ficha más en el tablero de ajedrez
de un gobierno de extrema derecha que cada vez más busca asemejarse al de
Álvaro Uribe Vélez y que aún no ha superado. Garzón seguirá promoviendo la
defensa de los derechos humanos y vigilará los derechos de estos en el país.
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