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lunes, 17 de marzo de 2014

El gesto de Domínguez

Por  Rafael Alfonso

Es extraño, pero necesario, hablar de fútbol y referirse a las cosas ajenas al buen espectáculo, a las gambetas, a los goles de antología, a las atajadas magistrales; a esas acciones que pueden afear hasta un gol y que ni la euforia por la anotación pueden justificar. Tal es el caso del jugador de Junior, Juan Guillermo Domínguez, y la polémica que desató la manera cómo celebró el gol con que su equipo ganó el partido más reciente frente al Deportivo Cali.

Luego de ejecutar un penalti, con un remate rasante a la base del palo de la mano derecha del arquero del Cali, Domínguez se dirigió a la zona técnica y, como si tuviese un arma entre manos, le apuntó temerariamente al estratega rival, Leonel Álvarez, quien separó del grupo principal del onceno caleño a su hermano Álvaro. El jugador de Junior argumentó que celebró así en solidaridad hacia su pariente.


Es lamentable que esta clase de sucesos empañen la fiesta del fútbol, máxime en una sociedad tan golpeada por la violencia. Los jugadores de fútbol, modelos a seguir para muchos niños y jóvenes, deben tener una actitud ejemplar alejada del irrespeto para no convertirse en un eslabón más en la cadena  de actos que no ayudan al sano debate.

Es de admirar la reacción que tuvo Leonel Álvarez ante la provocación de la cual fue objeto. Quien sí tomó cartas en el asunto fue el Deportivo Cali, anunciando que iba a pedir ante la Dimayor una sanción ejemplarizante para Domínguez. Al final, el jugador de Junior no recibió ninguna amonestación por parte de las autoridades del fútbol en Colombia.


Sin embargo, en el segundo plano de este episodio, y de todo el revuelo que causó, está la posibilidad de reflexionar acerca de los alcances que pueden tener nuestras acciones cuando nos dejamos llevar por las emociones. Esto, desde luego, no sólo le compete a las personas que tienen sobre sí los reflectores de la opinión pública, sino de todos los que integramos la sociedad.

1 comentario:

  1. Muy interesante este artículo, hay que respetar el deporte y todo depende del verdadero profesionalismo de los jugadores.....

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