Nos
encontraríamos con aquel hombre que hace 35 años cambió la ciencia por el
deporte, un pedazo de historia que surge en la majestuosidad de la Sucursal del
Cielo y se consagra en las entrañas de la Puerta de Oro de Colombia, un ilustre
caballero con alma de guerrero y espíritu soñador, poseedor de un estilo
netamente coloquial y una inmensa humildad que rebosaba en los aires de la cabina
de antena dos en RCN Radio, aquel día nublado, fresco e inspirador.
Mike
Fajardo Escobar, con 1,90 de estatura, aproximadamente,
un aspecto recatado y conservador, con una mirada de párpados caídos, pero
lúcida, un hombre formado en la academia como ingeniero, pero que ejerce
empíricamente el periodismo deportivo.
De un semblante que refleja el agotamiento por la rutina, pero, acaparado por la satisfacción de trabajar en lo que le apasiona: la radio. Es el disfrute de un escenario perfecto: colegas entrando y saliendo de la cabina, conversando y participando del final de su programa, hasta que, por fin, aquel momento representativo: «Les presento a estas hermosas estudiantes de la Autónoma», dice. Toma su computador, proyecta su voz y transmite las últimas novedades del boxeo. Inmediatamente, se asoma un corresponsal a quien le da paso libre para que hable de las novedades de su equipo del alma, el junior. Se anuncia una práctica cerrada del conjunto deportivo y el estado del equipo frente al triunfo contra el Quindío. Afirma: «El zurdo está en una sala de cuidados intensivos con respiración artificial». Dos y media de la tarde, despide su programa, respira y se levanta de su silla. «Permítanme, voy y tomo un café, toda una mañana trabajando con la voz, es hora de darle un respiro». La espera no se prolongó y, en menos de diez minutos, apareció con una gran disposición que se notó por el entusiasmo y la gran sonrisa que reflejó su rostro. «Ahora sí, mujeres, ¿en qué les puedo colaborar?, lo cierto es que en la Autónoma son las mujeres las que sacan la cara por la carrera, hace unos días estuve en una conmemoración que se hizo allá para exaltar los mejores promedios del programa y de diez estudiantes solo un hombre sobresalió, el resto fueron mujeres». Sonrisas de agradecimientos surgieron por parte de nosotras, nos acercamos a él, lo rodeamos en una especie de “U” con papel, lapicero y la infaltable grabadora en mano. « ¡Qué ojos tan hermosos tienes! », le dice a una de nosotras como para romper el hielo. «La verdad es que todas son muy hermosas». Sonreímos y, como si hubiese sido planeado, al mismo tiempo respondimos: ¡Gracias! No nos podíamos dar más a la espera, se trataba de un ícono del periodismo deportivo, era hora de iniciar.
De un semblante que refleja el agotamiento por la rutina, pero, acaparado por la satisfacción de trabajar en lo que le apasiona: la radio. Es el disfrute de un escenario perfecto: colegas entrando y saliendo de la cabina, conversando y participando del final de su programa, hasta que, por fin, aquel momento representativo: «Les presento a estas hermosas estudiantes de la Autónoma», dice. Toma su computador, proyecta su voz y transmite las últimas novedades del boxeo. Inmediatamente, se asoma un corresponsal a quien le da paso libre para que hable de las novedades de su equipo del alma, el junior. Se anuncia una práctica cerrada del conjunto deportivo y el estado del equipo frente al triunfo contra el Quindío. Afirma: «El zurdo está en una sala de cuidados intensivos con respiración artificial». Dos y media de la tarde, despide su programa, respira y se levanta de su silla. «Permítanme, voy y tomo un café, toda una mañana trabajando con la voz, es hora de darle un respiro». La espera no se prolongó y, en menos de diez minutos, apareció con una gran disposición que se notó por el entusiasmo y la gran sonrisa que reflejó su rostro. «Ahora sí, mujeres, ¿en qué les puedo colaborar?, lo cierto es que en la Autónoma son las mujeres las que sacan la cara por la carrera, hace unos días estuve en una conmemoración que se hizo allá para exaltar los mejores promedios del programa y de diez estudiantes solo un hombre sobresalió, el resto fueron mujeres». Sonrisas de agradecimientos surgieron por parte de nosotras, nos acercamos a él, lo rodeamos en una especie de “U” con papel, lapicero y la infaltable grabadora en mano. « ¡Qué ojos tan hermosos tienes! », le dice a una de nosotras como para romper el hielo. «La verdad es que todas son muy hermosas». Sonreímos y, como si hubiese sido planeado, al mismo tiempo respondimos: ¡Gracias! No nos podíamos dar más a la espera, se trataba de un ícono del periodismo deportivo, era hora de iniciar.
¿Desde qué edad se le
despertó el interés por ejercer el periodismo deportivo?
Titubeó al iniciar, pero después, con una actitud fresca, segura y precisa,
dice «Hace mucho tiempo, desde la niñez, cuando jugaba fútbol en ciudad Jardín,
allí donde vivía, me ponía con otro compañero que le gustaba la radio, nos
poníamos a grabar, a comentar los partidos, a narrarlos, a imitar voces; de
pronto, leíamos noticieros. Yo he sido muy enfermo por los medios de
comunicación, yo siempre, en mi vida, he escuchado radio, he visto la
televisión, identifico las voces, los documentales en cine. Ahora, siempre he
tenido un culto especial por la gente que se expresa bien, por la gente que
maneja bien el idioma español; entonces, desde pelao, ha sido mi gran pasión». Su
interés hacia nosotras era notable, como si en ese momento fuéramos las únicas
que podíamos hacer uso de su tiempo; aún así, los distractores aparecieron, las
cuñas radiales en el fondo se convirtieron en la ambientación del lugar, las
llamadas telefónicas resonaron y la solicitud de su presencia por terceros
también interrumpieron un par de veces la fluidez de su discurso, pero todo
pasó a un segundo plano durante el lapso de la conversación que mantenía con
nosotras.
¿Antes de ser profesional, había
algún ícono del periodismo deportivo con el que se identificara? Su
respuesta fue amenizada con la melodía de la canción “Las avispas”, de Juan
Luis Guerra, que sonaba en el fondo. «Uno
quiere y sigue a una persona, son sus ídolos, son las personas que son
referentes, uno siente una gran admiración, un respeto por ellos, pero, con el
paso del tiempo, uno va sumando una serie de aspectos que tienen esos ídolos,
va encontrando otros, todos los días tiene ambiciones, sueños e ilusiones. Y pueden
pasar los años, yo todos los días pienso en que hay una obligación de mejorar,
de pensar mañana ¿Qué vas hacer?, ¿Qué vas a lograr?, ¿Cuáles son tus
objetivos? porque si no te estarías
retirando. Yo escuchaba las narraciones de Edgar Perea y valoraba la emoción,
la forma en como decía las cosas, escuchaba también las noticias de Marcos
Pérez y yo decía: “Ese señor tiene una voz extraordinaria”».
Fajardo
es un hombre que empezó leyendo noticias en la radio, alguien a quien un día
escucharon en el noticiero de la universidad y decidieron llevarlo a Caracol. «Yo
nunca he dicho que no, siempre me he metido en todas las cosas y nunca he dicho
que no, porque creo que es un reto conmigo mismo». Resultaban muy convincentes
y cautivadoras cada una de sus palabras, entre risas comentaba sus anécdotas y hazañas.
«Yo digo, y no es vanidad, a mí la gente me reconoce por la voz y yo me río,
una vez llegué a cine y estaba oscuro,
le dije al señor, ¿dónde me puedo
sentar? Y él me dijo “Mike Fajardo, se puede sentar allí” yo me quedé pensado y
le dije ¿Usted me conoce? Y me dijo “No, yo lo saco, por la voz, lo identifiqué”»;
su rostro se iluminaba con carcajadas, realmente se sentía privilegiado. La
confianza llegó a tal punto que sus dolores y tropiezos también surgieron
espontáneamente. «Yo estaba en los juegos olímpicos de los Ángeles, cuando
estaba haciendo un informe para Colombia al lado tenía al deportista que iba a
hacer el juramento y me sentí frustrado por no poderme desempeñar muy bien en
el inglés
A
su vez, la idealización del amor concentrado en una mujer también hizo parte de
sus confesiones «Mi madre es lo más hermoso, lo más bello que tengo en la vida,
lo que más me hace falta» Sus ojos se humedecieron, no sabemos bien si era por una tos
intermitente que lo empezó a acompañar desde ese instante, o si era que hablar
de ella le tocaba la fibra más recóndita e íntima de su ser « ¡Está Enferma! Y
es la persona que más me ha ayudado. Cuando inicié en radio y televisión, ella fue
la primera que me felicitó y ha sido como mi manejador, mi orientador, la tengo
todos los días presente y es una persona que representa mucho» Sus palabras
retumbaron en nosotras ¿Nostalgia, tristeza o dolor ajeno? ¡No sabemos! Lo
único certero es que fueron una serie de sentimientos encontrados, que nos
llevaron a contemplarlo a él como alguien que, aunque independiente y exitoso,
no puede dejar de lado la importancia del amor y el calor de una madre. Mike
sonríe y suspira, el amor por su madre lo refleja en la mirada, pero,
inmediatamente, y casi que sin vacilar, trae a colación el tema de sus hijos
como demostrando que, sin duda alguna, también ellos representan mucho para él.
«Estefanía es una persona que tiene vocación que tiene amor y que acepta todas
y cada una de las sugerencias y consejos que le doy, ella sabe en el fondo que
yo la sigo, que estoy pendiente de ella, ella va a ser grande. Mike es fresco,
es tranquilo, es medio músico, él tiene su propia vida, él no se preocupa más»
Ya se le conocía como alguien profesional, conocedor y perfeccionista; incluso,
en el transcurrir de nuestra conversación se le notaron estas cualidades, cada
una de ellas representadas en la riqueza de su discurso, en la atención y en el
respeto que nos ofrecía, pero, más de allá del prototipo creado, logramos
adentrarnos en su persona, en su ser, en lo que realmente es Mike Fajardo
Escobar, que, con voz imponente, corazón grande y mucha clarividencia, culmina diciendo «Hagan lo que les gusta, lo
que ustedes sientan, lo que les llame la atención y siempre piensen en que cada
uno de nosotros puede aportar, pero en la medida misma en que se preparen, en
que sepa que esta es una profesión en la cual el éxito va acompañado del
trabajo y de la constancia».
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHincha del Junior de Barranquilla, Ingeniero de profesión, locutor empírico. Mike Fajardo Escobar, un ejemplo claro de como las personas pueden ejercer lo que les gusta, aún así después de terminada una carrera. una voz imponente, aquella en la que puedes creer. un hombre perfeccionista, gran conocedor de los deportes, bueno, no por nada es la gran voz del deporte. un hombre con grandes cualidades, un discurso que conmueve. esta entrevista nos da a entender que tenemos que hacer lo que realmente nos gusta, no lo que nos obliguen. relaciono eso con un caso particular en mi vida, en el cual puedo contar que estudiaba una carrera muy diferente a la que quería, todo por el pensamiento de las personas a mi alrededor. pero no dejado de creer en lo que realmente me gusta. me cambié a la carrera que prefería, siguiendo los pasos del gran Mike Fajardo.
ResponderEliminarLas entrevistadoras utilizan un lenguaje fresco que permite al lector crear una mayor conexión con esta, y entender la vida del entrevistado.
ResponderEliminarLa descripción que se le hace al personaje es amplia y detallada, ese aspecto es muy importante porque deja claro todo lo referente a este. Por ejemplo, pensamientos, gustos, experiencias, etc.
Keller Maideth Gámez Pérez
Noticia y entrevista 7:00 am - 10:00 am.
Valerie Vargas Carbó GRUPO C
ResponderEliminarCon un titulo que llamaría la atención de cualquier lector, esta entrevista describe la vida y pasión que siempre existió en Mike Fajardo por el deporte y las demás cosas que son motor de su día y de su profesión. Esta entrevista emplea un lenguaje simple pero a su vez detallado, hay una amplia información de la vida del entrevistado, ademas existe una estructura pregunta y respuesta.
Mike Fajardo Escobar es el claro ejemplo del dicho “Si amas tu trabajo, no tendrás que trabajar ningún día”. Esta entrevista es un ejemplo de empoderamiento en la que se describe detalladamente a Fajardo logrando entender su persona, por ejemplo que es un amante del deporte, hasta tal punto que este se convirtió en su trabajo.
ResponderEliminarLa entrevista cuenta con un lenguaje sencillo y fácil de entender, apto para cualquier tipo de público y con un material de información sustancioso.
VALENTINA MIRANDA (grupo c, viernes 7-10am)
Se pueden resaltar cómo elementos presentes en la totalidad del texto a la confianza y la amplitud del vocablo por parte de las autoras. El personaje conectó con ellas casi de inmediato debido a la, al parecer, estrecha relación con el alma mater al que pertenecen las periodistas en formación. Siempre es agardable coincidir con este tipo de personas en una entrevista, porque se nota su disposición para colaborar, lo que se ve reflejado en la alta familiaridad, que a su vez propicia calidad en el material que al final produce el entrevistador.
ResponderEliminarAdriana Acevedo, grupo C, noticia.
ResponderEliminar"«Ahora sí, mujeres, ¿en qué les puedo colaborar?, lo cierto es que en la Autónoma son las mujeres las que sacan la cara por la carrera..." La mejor parte de la entrevista.
Mike Fajardo se muestra en ésta entrevista como la persona real que escogió ser por medio del deporte, en vez de la ingeniería como su profesión universitaria. Los detalles y la facilidad de él al momento de expresarse después de cierto tiempo convierten la entrevista en algo una charla con sus respectivas reglas de entrevista. Se deja ver como un hombre sentimental al momento de hablar de su madre y sus hijos, el papel de las entrevistadoras de llevarlo poco a poco por una secuencia y organización de las preguntas, hacen mucho más fácil al lector el poder entender y conocer al entrevistado del momento, el señor Mike Fajardo.
Cuando terminan con «Hagan lo que les gusta, lo que ustedes sientan, lo que les llame la atención y siempre piensen en que cada uno de nosotros puede aportar, pero en la medida misma en que se preparen, en que sepa que esta es una profesión en la cual el éxito va acompañado del trabajo y de la constancia», hace referencia a la realidad que viven muchísimos jóvenes que desde temprana edad deben elegir su futuro, y, ponerse en riesgo que más adelante no se sientan cómodos con lo que eligieron a la corta edad de 15, 16 o 17 años.
Mike fajardo un ingeniero graduado que nos demuestra que no importa que tengas una profesión de igual forma puede ejercer lo que te guste en este casa es un locutor por naturaleza aunque no estudio logro ser lo que le apasionada esto es un claro ejemplo de que todo lo que tú quieras ser en la vida lo puedes hacer no o por estudiar una carrera significa que no puedes ser algo más al contrario si la vida te da la oportunidad se puede se lo que quiera. Una entrevista en la que el lenguaje es natural común pero no informal. Permite que quien la lea tenga una afinidad y una cercanía con esta hasta tal punto de reflexionar y sentirse ¿porque no? Identificado.
ResponderEliminarMarcela correa