Al proceso de paz de
Colombia con la guerrilla, le pusieron la cereza que le faltaba para convertírsele
en un problema al presidente Juan Manuel Santos, o más bien, fueron 99 cerezas.
Así como lo lee, 99 cerezas que ejemplifican el número de condiciones impuestas por las FARC, para que
haya avances concretos en las negociaciones de paz que se reiniciaron este
miércoles en La Habana.
"Si
ellos están dispuestos en estos nueve días a incorporar 99 propuestas que hemos
presentado en la mesa que contienen nuestras formulaciones sobre el punto
participación y reforma política, creo que podemos cerrar en este ciclo”, manifestó
el cabecilla del grupo negociador de las Farc, alias Andrés París, poco antes
de iniciarse el ciclo de conversaciones número 16 en el centro de Convenciones
de La Habana.
Quizá, cuando mencionan
"cerrar el ciclo" se refieren a dejar de aterrorizar a los
colombianos desde los montes para aterrorizarlos desde el mismo Gobierno,
porque es seguro que si Santos accede ante esta ridícula propuesta, estará
dando el futuro de su reelección y del Gobierno colombiano a manos de los
terroristas con los que hemos combatido por muchos años.
Según
Jesús Carvajalino, alias Andrés París, las negociaciones en el aspecto de
participación política quedan en manos del mandatario, quienes deben adherirse
a las propuestas. Ante los medios, criticó el hecho de que, supuestamente, el
Gobierno ha tildado el avance de las negociaciones a paso de tortuga; sin
embargo, sus 99 propuestas permiten pensar que el gobierno no sería
precisamente el causante de que se esté ralentizando el proceso.
Colombia inició procesos de
paz desde la presidencia de Belisario Betancur, quien hizo los primeros
acercamientos con grupos al margen de la ley, lo que causó la desmovilización
del M-19 en 1989; pero, por desgracia, surgieron varias guerrillas
imposibilitando acuerdos entre éstos, sumándose, en el caso de las Farc, el
poder del narcotráfico, que hasta el día de hoy, nos ha dejado en la deriva de
avanzar, ¿avanzar para dónde?
Leinis Meriño y Katherin Molinares
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