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lunes, 25 de noviembre de 2013

Nancy Esther: salvando vidas, creando esperanzas

“Una noche me llamó un jovencito y me hablaba en un tono muy desesperado, diciendo que su papá había llegado borracho a la casa y le había pegado a su mamá; y expresó firmemente que la próxima vez que su papá hiciera eso lo iba a matar. A mí me llegó tanto lo que ese niño dijo, porque pensé cómo podía caber en la cabeza de alguien que apenas empieza su vida hacer semejante cosa; le supliqué que se calmara y que no se expresara de esa forma y a través del diálogo logré que el jovencito, de apenas 16 años entrara en calma, recuerdo que ese día hablamos durante 45 minutos y me puedo sentir tranquila porque logré que el padre y el hijo se sentaran a dialogar en el patio de su casa a solucionar el problema”, dijo Nancy Esther Naar.

Sin duda, son un sin número de llamadas las que Nancy  recibe a diario, y para ella todos los casos son importantes, porque su finalidad siempre es la misma, escuchar, ayudar y mejorar las problemáticas que le cuentan quienes llaman a la Línea de la Ternura.

Nancy Esther Naar Jaramillo, más conocida como “Mamá Nancy”, una Barranquillera que es un reflejo de amor, fraternidad y solidaridad, un ejemplo de admiración, una mujer con un gran corazón que realiza una gran labor humanitaria ayudando a personas que necesitan una voz de aliento.

Con una voz tenue y dulce, “Mamá Nancy” nos invita a sentarnos en una mesa situada en el patio de su casa, un lugar fresco; rodeado de plantas, animales y un fondo blanco con flores, corazones pintados y donde está escrito en grande el número de la Línea de la Ternura.

Mientras miraba al cielo, “Mamá Nancy” se definió como una persona que a lo largo de su vida ha visto detenidamente cada una de las situaciones complejas que tiene y vive el mundo diariamente, y  precisamente por esto se ha dedicado a trabajar con amor, tranquilidad y dedicación, guiada por los parámetros que le da Dios, al que le pide todos los días que la ilumine para hacer mejor sus cosas.           

Mamá Nancy” tuvo una niñez feliz marcada por el respeto y el amor hacia el prójimo. De su madre recibió ejemplo de virtudes y valores, formándola como una mujer con vocación de servicio. Es una mujer que vive agradecida por la familia que tiene; su señora madre, su hija, su nieta, sus sobrinos y una joven que hace las veces de su hija adoptiva. Y  fue así como a temprana edad inicia su labor social ayudando a los niños y adultos de la calle, a los presos de las cárceles y a todo aquel que la busque para recibir su ayuda.

A sus 15 años, nunca se imaginó que un consejo de ella pudiera ayudar a una persona. Esa sensibilidad hacia el dolor de los demás seres y el sufrimiento de ver a otros quitarse la vida, impulsaron la creación en 1998 de la Línea de la Ternura, un medio de comunicación para escuchar, orientar y fortalecer a todo aquel que lo necesite, la línea funciona de 7 de la noche a 4 de la mañana es confidencial y gratuita.

“Cuando son las 7pm, me preparo para una larga noche acompañada de mi teléfono, esperando una llamada de alguien que necesite mi ayuda.  Aunque la constancia de las llamadas no es siempre, es la misma” nos contó mamá Nancy recordando la labor que realiza a diario.

Nancy Naar  se considera  una  ciudadana comprometida con su labor, porque es una iniciativa que le ha permitido ser el ángel de salvación de muchas personas que se encuentran solas o abandonadas. “Mamá Nancy” cuenta que nunca se ha sentido obligada a ayudar a los demás, ni que su labor es impuesta o asignada; por el contrario, dice que es una tarea social asumida porque desde su corazón le nace hacerla. Lo importante y lo que quiere es ayudar a buscar la paz y la reconciliación.

La labor de “Mamá Nancy” no solamente se limita a atender una llamada, sino que desde hace muchos años está dedicada a trabajar para devolverles un poco de dignidad y apoyo a los habitantes de la calle, las prostitutas y los internos de las cárceles, también trabaja con un grupo de madres que a su vez le colaboran en charlas y en campañas de salud que realiza en las zonas vulnerables de la ciudad, además recibe el apoyo de la Gobernación del Atlántico, como dotaciones de kits escolares, alimentos perecederos, y ropita para los niños de bajo recursos, utensilios para el aseo personal para los reclusos, o buses, sillas y mesas, para las distintas actividades que lleva a cabo.

A pesar de que es una labor sin ánimo de lucro, en “Mamá Nancy” día a día aumenta el deseo de seguir ayudando a las personas y de difundir un mensaje de paz al mundo entero. Es por esto que a lo largo de los años que ha venido trabajando con la Línea de la Ternura ha obtenido muchos reconocimientos de diferentes entidades de la región y el país.

Con la voz quebrantada y con lagrimas de alegría, Mama Nancy nos conto que gracias al trabajo y a la ayuda permanente que le brinda a los demás se ha hecho acreedora de tantos reconocimientos y premios que no tiene una cifra exacta, pero sí presente algunos de ellos como son: Mujer Cafam 1994-1995, Gran ciudadana de Barranquilla 1997 y Premio Nacional de Derechos Humanos otorgado por la Fundación Foro Cívico en 2011. Aunque dice, que para ella, el premio más grande es la satisfacción que siente cuando sus palabras de aliento ayudan a salvar una vida, a resolver algunos problemas o simplemente dar ánimo a las personas.


Hoy en día, aún con 67 años de edad Nancy Esther Naar Jaramillo no pierde las ganas de ayudar y servir a todos los que la rodean. En estos momentos es Delegada Departamental para Asuntos presenciales del Atlántico, desde la Gobernación, continua apoyando el proceso de paz y convivencia en el ámbito de los establecimientos penitenciarios y carcelarios, además trabaja por la comunidad LGTBI y prostitutas.

Trabajo realizado por los estudiantes FERNÁNDEZ CHAVELY, SALAS SHEYLA, SERRANO CORAIMA, TONCEL CARMEN y VALDÉS ISABEL

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