Por Laura Díaz
El futuro del continente se juega en las
calles de Venezuela. Quedaremos en deuda con ese bravo pueblo por su
resistencia heroica, la oposición es
suficientemente grande como para poner a tambalear al chavismo que va camino a
una despiadada dictadura que solo a pocos parece importarles el país
dividido entre chavismo y oposición en el que se convirtió la república
bolivariana.
Los últimos hechos han confirmado una división política y una crisis alimenticia,
con la escasez de alimentos y la división política que se reflejan en las
marchas y el caos que está viviendo Venezuela en estos momentos con algunos
opositores que no comparten las leyes chavistas, han hecho partidario al pueblo
de cada uno de sus pensamientos opositores para generar manifestaciones masivas
y hacer valer sus derechos a la vida y a
la información.
Venezuela se ha convertido en una bomba de
tiempo que estalló, quitando toda la comunicación no solo televisivamente,
suspendiendo algunos canales, sino también, callando a los venezolanos a la
fuerza con la guardia venezolana en las calles sin piedad alguna, tratando de
que ningún opositor tenga libre expresión, y no pueda llevar la contraria a las
leyes de esta país .
Las guardias o en algunos casos llamados los
militares venezolanos, ya no dan abasto con toda esta revuelta presentada todos
los días por opositores, estudiantes, y líderes políticos aburridos de las injusticias del presidente Maduro,
el cual ha sentido la necesidad de pedir ayuda a un país vecino como lo es Cuba,
quien dio su respaldo con 400 cubanos que llegaron a la república bolivariana a
poner orden sin importarles las formas con las cuales lo logren, este grupo
cubano se hace llamar los avispones
negros están capacitados para matar sin
piedad y hacer cumplir las leyes del chavismo.
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