Por Ian Farouk Simmonds Ariza
Como ya había sido cantado en todos los corrillos políticos, y de alguna u otra forma, se veía venir por la ausencia de cuadros importantes, no sorprende (y en demasía), la designación de Germán Vargas Lleras como fórmula vicepresidencial de Juan Manuel Santos de cara al próximo debate electoral.
Un nombramiento como este, pone en la primera línea a un personaje que ha vivido, ya sea como protagonista, escudero, espectador o, hasta hace algunos años, como antagonista, los más trascendentales y convulsionados procesos políticos del país; el mismo que gobernó su abuelo terminando la década del 60.
Santos ha decidido apostarle a un caballo que le permita reelegirse en cuerpo ajeno para las elecciones de 2018. Una alianza entre Vargas Lleras y Santos permitirá que el primero no sea ‘invisible’ ante la opinión pública, pues estando fuera del poder, no tendría ningún tipo de figuración, lo que generaría, a la postre, perder fuelle en la política nacional; al segundo le brindará la posibilidad de concentrarse en temas como el posconflicto y la paz, mientras su vicepresidente, como buen ejecutor, se encarga de poner los frentes en marcha.
Y es la ejecución, quizás, lo que haya motivado a Santos a escoger a Vargas Lleras de coequipero. El presidente sabe, de buena cuenta, que las críticas más veladas apuntan principalmente a la falta de ejecución en las grandes obras del país. El apoyo de Vargas Lleras, en ese aspecto, será fundamental por su probada capacidad en el ministerio de Vivienda.
Sin embargo, este anuncio tiene sus bemoles. Por un lado, las animadversiones que genera la designación en la Unidad Nacional son notorias, pues los liberales y la ‘U’, el partido de gobierno, no digieren muy bien al nuevo co-equipero; es más división que unidad. Por el otro lado, aunque la cercanía ideológica es a todas luces clara y el enemigo político es el mismo, este dúo guarda una serie de egos que muy probablemente choquen a la hora de tomar algunas decisiones como sucedió en la era del ya defenestrado Angelino Garzón.
Es por ello que la lealtad, la astucia y el compromiso serán las piedras en las que deberá cimentarse este dúo, el más comentado por estos últimos días y que dará de qué hablar en los siguientes.
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