Por: José Palma y Karolay Figueroa
Nos dispusimos a ir al sur de Barranquilla, donde las
raíces del barrio Ciudadela 20 de julio acoge entre sus calles un hombre
emprendedor llamado Dairon Alejandro Escocia Barraza, una persona de 41 años,
licenciado en ciencias sociales y artes escénicas, que, a simple vista, muestra
ser descomplicado, apasionado por la lectura y el arte.
Él se describe como un hombre proactivo, creativo,
animalista y dedicado a la novedad, que siempre busca soluciones a intereses
sociales. cúenta que su infancia fue sumamente feliz, marcada de música de
plancha y mucho amor, en donde el valor principal del hogar era la
sensibilidad. Gracias a esto, nació en él un amor inexplicable por los animales,
en especial por los perros y gatos. Afirma que el interés familiar era cuidar y
proteger todos los animales en estado de vulnerabilidad y abandono; por ello,
de un momento a otro, la casa se llenó literalmente de gatos.
Cuando Dairon tenía 15 años de edad, se encontraba en plena
flor de la juventud, donde el desarrollo físico y cognitivo tocaban la puerta. Fue
cuando se dio cuenta de algo deprimente; el mundo estaba gobernado por la violencia,
el abandono y la maldad, donde los animales, al no poder expresarse, eran los
más vulnerables en la sociedad. Perros golpeados, gatos abandonados, eran y es
su mayor motivación para ser útil en un planeta bañado por la ignorancia y el
desamor.
“La felicidad es el sentimiento que me genera el ayudar”,
dijo con una gran sonrisa en su rostro y con ojos saltones de la satisfacción.
Entre muchas vidas y amigos caninos que he salvado, tengo una historia que me
conmueve mucho. “Hace, más o menos, 6 meses, un gato estaba en un estado
deplorable. Ese era el gato más grande y territorial que he conocido. Tenía un pelaje
blanco hermoso como el algodón, pero, en ese momento, estaba tan gris como el
cielo cuando quiere llover y no tiene intenciones de escampar jamás. El gato
fuerte que conocía, estaba débil y a punto de morir, tenía gusanos en su rostro,
y yo solo tuve una reacción, ayudarlo; sin guantes y con la ayuda de unas
vecinas, busqué cloro y pinzas, y empecé con la labor de extraerle los gusanos
de su rostro. Al pasar los días y curarlo diariamente, este fue mejorando y se
sanó completamente. “Fui el hombre más feliz del mundo”, contó con una sonrisa.
Sin embargo, su estado se vio claramente cambiado al
recordar cómo durante dos años de su vida se vio esclavizado por el cuidado de
sus pequeños amigos. "No tenía vida, mucho menos familia, todo mi mundo
giraba alrededor de ellos", pudo comentarnos con una voz entrecortada y
pequeñas lágrimas bajando su rostro; en esos años, despidió a muchos animales
por enfermedades o falta de dinero. Sus partidas eran bastante tristes, pero le
ayudaron a comprender que la tristeza, de una u otra manera siempre iba a estar.
“En estos momentos, vivo mis lutos, aunque con una
mirada hacia el futuro. Sin embargo, esto trajo como consecuencias muchos
momentos a solas que me han servido para observar y analizar cada cosa que
golpea mi vida”, dijo este con una mirada triste.
Él, nos contó que el ser profesor ha despertado en el
ese interés por enseñar a cada persona a ser consciente de las realidades del
mundo en que vivimos, por ello uno de sus objetivos principales es el
sensibilizar a cada individuo que conozca ese amor nato que está dentro de lo
más profundo de su alma y su corazón; ese es, precisamente, el impacto positivo
que Dairon busca generar en esta nueva generación.
El tiempo transcurría poco a poco y el final de la
entrevista se acercaba. “Por muchos años en el barrio en el cual resido, he
tenido múltiples conflictos por la intolerancia y desamor de la sociedad en la
cual me desenvuelvo”, señaló con impotencia y el ceño fruncido.
Por ello, Dairon nos invita a todos a sensibilizarnos
no solo con la actualidad de los animales en todo el mundo, sino con el estado
tan deplorable en el que tenemos a nuestro hogar, ´la tierra’. Hay que convencernos
que todos estamos aptos para ayudar, que podemos desarrollar esa consciencia
necesaria, para cambiar el rumbo de un lugar que está en vía de extinción.
Resumen.
ResponderEliminarLa entrevista nos cuenta la labor tan admirable que realiza el señor Dairon, una labor que muy pocos realizan, el ha dedicado gran parte de su vida al cuidado de los animales, especialmente de los de la calle, desde muy pequeño ha tenido ese amor por los animales, esa necesidad de poder ayudarlos, asimismo también nos cuenta varias anécdotas interesantes que ha vivido, con el cuidado de los animales.
Opinión.
La verdad la entrevista me pareció muy entretenida, aparte es un tema que me llega especialmente, ya que yo soy una de esas personas que les gusta ayudar a los animales, entonces me gusta mucho ver como hay otras personas que se dedican a esto, en tema de la entrevista me gusto mucho como la realizaron, ya que fue hecha en mi opinión, de una manera excelente, para que así, yo como lector y muchos mas, no nos aburriéramos.