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| Por: Vanessa Gil. |
Frunzo el ceño con frustración
hacia mí misma frente aquel edificio llamado Portal de Miramar.Llevaba más de
15 minutos caminando sin encontrar la dirección.Eran las 2:30 de la tarde y los
rayos de sol estaban en todo su furor, cuando, por fin, llegué. Uno de los
vigilantes me anuncia y dice:“use el último ascensor que está aquí derecho, torre
3, presione el número 2”. Suspiro para mis adentros. Agradeciéndole, camino
hacia la zona de la torre que me indico, pasando en medio de dos hombres que
están más inteligentemente vestidos que yo, tenían trajes negros de corbatas
bien confeccionados.
Las puertas del ascensor se abren
y solo puedo observar rejas y puertas, busco el número del apartamento que me dieron,
207; toco el timbre en varias oportunidades, pero nadie respondía a mi llamado.
Me veo frente a una reja blanca que protege una puerta de madera con un adorno
en la parte superior que decía “Dios bendice este hogar”. De repente, sale una
señora de edad me abre y muy amablemente me dice:“señorita Gil, ¿podría esperar
aquí, por favor?” señalando un sofá color blanco hueso.
El apartamento se veía que era
pequeño, pero estaba muy bien decorado.El juego de comedor tenía unas vajillas
negras de adorno, un mini bar, dos sillas y una mesa en el balcón.Los adornos
de la sala todos eran negros, blancos y grises, pero lo que me más me llamó la
atención fueron unos cuadros que tenían como protagonista a una acordeón.
Me siento, busco las preguntas en
mi bolso y las reviso.La incertidumbre es mortificante y mis nervios vuelven a
la superficie, casi nunca me he sentido cómoda en las entrevistas cara a cara, pongo
mi mente en blanco, cálmate Gil. Juzgando
por el edificio y la decoración del apartamento, presumo que la señora Acosta
está entre los 30 y los 35 años.
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| Ser periodista más que una profesión, es una pasión. |
De repente, veo salir del pasillo
a la señora Kelly Acosta, me mira saluda y sonríe preguntándome si deseo un
poco de café, asiento con la cabeza, mientras ella se sienta; por su aspecto,
se ve un poco más joven de lo que calculé.
Las primeras palabras que salen
de mi boca son.Fundación Acordeones y Algo más.Se ilumina una pequeña sonrisa
en su rostro y responde “fue fundada en el año 2002, por un grupo familiar
enamorado del folclor vallenato, la familia Castro, cuyo objetivo social era
difundir e impulsar la música vallenata como expresión artística y cultural de
la idiosincrasia regional Caribe Colombiana”.
Al decir la señora Acosta la
palabra clave “era”, de inmediato le pregunté si el objetivo de su fundación
había cambiado. Mirándome fijamente me dice:“qué bueno que me hagas esa
pregunta porque siempre doy el primer objetivo de la fundación y nadie cae en
cuenta con que hago énfasis en que ese era,
pero respondo a tu pregunta Vanessa: Ante la escasa
actividad cultural de la ciudad de Barranquilla, en relación con temas como las
danzas, la promoción de la música colombiana, las artes plásticas; anudado esto
con los pocos espacios para actividades académicas culturales,Fundacyam amplía
su objetivo social para poder interactuar como un promotor y agente cultural
que impulse la realización de este tipo de eventos en la ciudad de Barranquilla,
con el fin de generar vínculos con artistas nacionales e internacionales; se
promuevan espacios culturales de integración familiar en la ciudad; el manejo
sano del ocio como estrategia para disminuir las actividades de violencia en
nuestra niñez y nuestra juventud”.
Ver fundaciones como estas, con
un propósito muy claro e interesante como lo es promover el arte me llena de
satisfacción, porque yo soy muy amante a disfrutar las obras de teatro y tengo
entendido que ese es uno de sus fuertes. Abrió una carpeta que tenía en las
piernas y sacó una hoja con el listado de nombres de las obras que había traído
con la fundación, 15 para ser más exactos; cerrando la carpeta, me dice: “las
más importantes, donde hemos tenido lleno total, han sido Peter Pan, que la
trajimos un 31 de octubre, era narrada por María Cecilia Botero, esta la
presentamos en 2 ocasiones;ToyStory, que fue la última que llevamos al teatro;Ella
en mi cabeza, con Marcelo Dos Santos, Rudi Rodríguez y Ernesto Calzadilla;
Hasta que la muerte nos separe, con la Gorda Fabiola y Polilla;Entre pieles;Estado
civil: infiel y así te puedo seguir nombrando porque, gracias a Dios, cuando
vamos hacer un evento colocamos todo de nuestra parte para que sea todo un
éxito y gracias a eso, nos hemos abierto campo en el medio ganándonos el
apoyo de las personas”.
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| Contadora pública, egresada de la CUC. |
En el momento en que ella buscaba
la hoja con los nombres de las obras, vi varios volantes que despertaron mi
atención; por ello, cuando terminó de hablar no dudé en decirle que, si aparte
de obras de teatro, habían realizado otro tipo de eventos; a lo que muy
orgullosa contesto: “hemos hecho distintos conciertos, desde cantantes de
vallenato hasta el tango de Argentina:¿Alguna vez escuchaste hablar del
festival de bolero?” Al escuchar su pregunta, asentí con mi cabeza.Sonriente
exclamó:“bueno, nosotros fuimos los que realizamos ese festival”.
En medio de la entrevista, se
escucha un llanto proveniente de uno de los cuartos.Era Alejandra, su hija de
dos años, que había despertado de la siesta a la que estaba acostumbrada. Nos
detuvimos por 20 minutos, mientras la señora Kelly atendía a la niña.
Cuando retomamos, sentí que
estaba un poco incómoda.Llegué a la conclusión que era porque Alejandra se
había despertado y estaba corriendo por toda la sala donde estábamos ubicadas,
y decidí darle fin a la entrevista con la pregunta ¿Qué sigue para la
fundación? El silencio reina en cuestión de segundos y dice: “seguir
participando en actividades de tipo cultural, ya que estamos convencidos que en
nuestro país, faltan actividades de éste tipo que promuevan la diversidad
cultural y propicien espacios de integración familiar como estrategia hacia la
convivencia pacífica”.
Se coloca de pie y en tono amable, me pregunta:
“¿has conseguido todo lo que necesitabas?”, sí señora” le respondí, mientras guardaba
la grabadora en mi bolso y de inmediato procedí a darle las gracias por haberme
concedido la entrevista.
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