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| Por: William Jofre. |
Abrasado por un sol canicular, llegué a Emisoras ABC, ubicada
en una zona neurálgica de Barranquilla, siempre atestada de transeúntes, carros
y vendedores ambulantes. Abrí la puerta y entré al edificio.
-Buenas tardes, señora Laura.
-Buenas, niño.
Mientras subía las escaleras, muchos pensamientos se me
cruzaban en la mente. Allí en ese mismo sitio, había dado mis primeros pasos
como periodista, donde estuve 2 años como panelista en un programa. Se me vinieron
a la mente tantos días en los cuales me ‘volaba’ el almuerzo para poder llegar
a tiempo y de repente, mi estómago empezó a rugir, vaya, qué hambre.
Eran las 12:00. Ya debería estar almorzando en casa.
Mientras sonaba el himno del atlántico, esperaba en la sala de redacción y
debatía sobre deportes con los periodistas que allí se encontraban.
Finalizado el himno, se escuchaba en el fondo, la ampulosa
voz de Ventura Díaz Mejía,
destacado abogado, periodista y diplomático
colombiano. Tiene más de 32 años de
experiencia en la radio, fue gobernador del Atlántico entre el 2000 y el 2004 y
hasta hace unos años, embajador de Colombia en Jamaica.
“La ciudad necesita seriedad”, era la señal para que me
preparara, la emisión del noticiero del medio día estaba por finalizar.
Entré, lo saludé con un apretón de manos. “Q’hubo, joven,
estabas perdido”, dijo. Estaba vestido con un pantalón de drill, su
característica guayabera blanca y un cabello cano, bien arreglado. Un tipo
altísimo, medía más de 185, a juzgar por sus
medallas y manillas de la virgen María, es un personaje bastante devoto. Me vi
tentado a preguntarle de dónde había salido el apodo de “Caimán parao’”, pero
no me quise arriesgar.
Ventura Díaz Mejía estudió su primaria en la Escuela Normal
para varones; la secundaria, la realizó en el colegio José Eusebio Caro.
Posteriormente,
realizó sus estudios de derecho en la Universidad Libre.
Fue
miembro de la Junta Directiva de la Empresa Municipal de Teléfonos, en 1983, y
de las Empresas Públicas Municipales en 1992. También ocupó el cargo de
director del Movimiento Nacional Seriedad por Colombia. Fue candidato a la Alcaldía
de Barranquilla en el año 1994. En 1997, aspiró a la Gobernación del Atlántico,
como candidato independiente.
Desde
1976, es director de Actualidad Noticiosa, radio programa que se emite en
Emisoras ABC. Está casado con Lourdes Jimeno, con quien tiene tres hijos:
Manuel Antonio, Edwin Nicolás y Carmen Cecilia.
Se levanta a las 4 de la mañana, lee
su periódico, se arregla y a las 5AM, está puntual en los estudios de la
emisora, dándole inicio al noticiero.
Usted tiene más de 30 años al aire con Actualidad Noticiosa, la función
social que tiene su programa es bastante importante.
Por supuesto.
¿Qué caso lo marcó durante estos años?
Haber enviado a Nueva York a un
muchacho con problemas de cardiopatía congénita. La única forma de salvarle la
vida era enviándolo allá. Lo logramos, conseguimos todo gratis, sin que ellos
pagaran un centavo. Hoy en día el muchacho está casado y todo…
¿Eso cuándo fue?
Uf, eso fue hace más de 20 años.
Pero yo aplico lo que dice el señor: “que tu mano derecha, no sepa lo que hizo
tu mano izquierda”.
Eso fue el caso que más lo marcó. Ahora, ¿cuál fue el más difícil de
resolver?
Aquí hubo un caso dramático: el 5 de
noviembre del 78, hace 35 años, se cayó la ampliación del Hotel del Prado. Yo
me apersoné de la situación. Hicimos una transmisión de 1 semana
ininterrumpida, yo casi no iba a la casa. Allí logré, con el apoyo de la
ciudadanía y las autoridades, hacer una campaña donde logramos darle casa
propia a las viudas e hijos de los 22 muertos de aquel accidente. Son casos
extraños, porque hay tristeza por la muerte de 22 personas, pero sientes
satisfacción al serle útil a la sociedad.
Noté que los ojos se le aguaron un
poco mientras relataba el suceso, como si cientos de imágenes de aquel
día, se
le pasaban por la mente como cuando las personas que tienen experiencias
cercanas a la muerte, ven el ‘cortometraje’ de su vida. Mientras tenía la mirada
un poco perdida, su celular empezó a sonar. La primera, la ignoró; la segunda,
también; a la tercera, le dije sin vacilar que si necesitaba que me retirara
para que el pudiese contestar su llamada, me contestó que no era necesario.
Contestó y conversó durante 5 minutos.
¿Y qué problemas ha tenido en estos años? Habrá personas que manejen
intereses oscuros y eso.
Siempre hay detractores, pero son la
minoría. La gran mayoría de las personas lo respaldan, gracias a Dios. De eso
si no me quejo.
Cambiando un poco el tema, ¿recuerda a quién le hizo su primera
entrevista?
Mi primera entrevista me la hizo…
No, no, usted a quien realizó su primera entrevista
No recuerdo, oye, yo estoy en esto
desde 1962…
Se la cambio: ¿Cuál fue la más importante? - Lo interrumpo de nuevo.
Es que yo he entrevistado a tanta
gente… De hecho, estos días estuve revisando los anales. Escuchando los casettes de las tantas entrevistas a
personas que ya han fallecido y eso. No me arriesgo a decir quién ha sido la
más importante, pero son muchas, respondió, mientras yo miraba la pared donde
tenía fotos con personajes como Kofi Annan y Nelson Mandela.
¿Y a ellos? ¿No los entrevistó? -Le dije apuntando hacia las fotos.
No.
Oiga, hay bastantes diplomas y condecoraciones, ¿no?
Esto es una pequeña cantidad. Mi
casa está llena de diplomas, condecoraciones, medallas. También hay muchas
fotos de mi vida diplomática, que fueron 10 años.
Observé que ese hombre devoto y
‘buena papa’, también tenía su lado un poco prepotente, si se quiere. No le
creí mucho.
Ya para finalizar, ¿qué opina sobre todos estos niños que mueren de
cáncer por la negligencia de las EPS? ¿Para usted son fallas del sistema de
salud o de las EPS?
Hombre, el problema es de las EPS.
Yo no entiendo cómo habiendo ¡40 billones de pesos de presupuesto! (sacó a
relucir su famoso vozarrón) y profesionales en el campo, estos casos lleguen a
los extremos y se pierdan vidas. Esa es la renuencia de las EPS. El caso
puntual, que tú planteas, el de los
niños de cáncer, pasa porque estas empresas no quieren gastar un peso, les
bailan el indio a estas personas y no los atienden, como esperando a que la
afectación sea mayor y la persona fallezca. Yo sí soy radical, y discuto con el
que sea para defender los intereses de los niños y evitar que esto siga
ocurriendo.
Reviso mi reloj. Ya eran las 12:45,
me dio pena seguir, ya que estaba invadiendo su hora de almuerzo.
Me paro, organizo mi maletín, guardo
la grabadora y le doy un apretón de manos.
Suerte con el trabajo.
Gracias, ‘Ventu’. Un abrazo.
Salgo de la oficina y bajé las
escaleras como el correcaminos, estaba que me cortaba del ‘filo’.
Dónde se observa que Ventura Díaz tuviera su lado de prepotente?
ResponderEliminar{ [ Oiga, hay bastantes diplomas y condecoraciones, ¿no?
Esto es una pequeña cantidad. Mi casa está llena de diplomas, condecoraciones, medallas. También hay muchas fotos de mi vida diplomática, que fueron 10 años.
Observé que ese hombre devoto y ‘buena papa’, también tenía su lado un poco prepotente, si se quiere. No le creí mucho. ] }