Buscar este blog

martes, 22 de octubre de 2013

Carlos Mario Caselles: Tejiendo cultura a través del arte

Por Katherine Agüera y Melissa Segura

A plena luz de mediodía, llegamos a la Plaza de Puerto Colombia, donde hace tantos años funcionaba la estación del ferrocarril, cuando este municipio era la puerta del progreso en nuestro país. Las hojas se movían con la brisa que refrescaba el lugar, avisando que habíamos entrado en territorio de mar y el agradable ambiente de las calles porteñas nos dio la bienvenida al lugar. La Fundación Puerto Colombia, epicentro del desarrollo artístico y cultural de esta población, es el escenario donde nos citaríamos con Carlos Mario Caselles.

El agradable clima de aquella mañana y la espera, que se prolongaba, invitaban a caminar por los alrededores de la plaza; cruzamos dedos para que nuestro entrevistado no llegara justo en aquel instante y partimos a conocer las calles. El piso húmedo, el cielo despejado y las personas que salían de sus casas después del aguacero, daban una sensación de tranquilidad, que nos hizo preguntarnos si, tal vez, sería esta la razón por la cual tantas personas deciden establecerse en este territorio y comenzar una nueva vida, alejados de las trajinadas actividades citadinas.


Justo en el momento en el que divisábamos el mar, yendo hacia el muelle, recibimos la llamada de nuestro entrevistado. – ¡Rápido, chicas! – dijo con un tono apremiante; corrimos hacia la plaza, imaginando que tendría un hambre voraz por la hora.

Con la frente sudada por la prisa, llegamos a la fundación, emplazada en un edificio con forma de octágono y techo alto; un joven de 26 años nos saludó amablemente y nos invitó a ver la exposición que, en ese momento, ofrecía al público la Fundación Puerto Colombia, en la cual Carlos Mario Caselles ejerce su labor como Director de Comunicaciones, desde el 2012.

‘Entre cielo y mar’ es el nombre que recibe esta colección de pinturas de Iguiflok, el dúo conformado por la pareja de esposos Iván Flórez y Lorena Pájaro, y Alfonso Hiram. Rodeados entre las obras de estos últimos, con líneas, formas definidas y colores vivos, cuyo estilo se conoce como ‘Pop Caribe’, contrastadas con los temas científicos y mitológicos que el astrónomo Alfonso Hiram plantea entre sus creaciones, empezamos a platicar con Carlos Mario.

Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad Autónoma del Caribe, al igual que nosotras, hecho que nos permitió romper el hielo e iniciar una charla amena. Entre un par de anécdotas, nos contó un poco de su vida de estudiante y de cómo llegó a ser Director de Comunicaciones de la Fundación Puerto Colombia. El arte, la cultura y la idiosincrasia de su región siempre fueron temas de interés para este joven, que, desde temprana edad, supo que quería dedicarse al desarrollo social y a la parte humana que asegura que debe haber en su profesión. Porteño de nacimiento y de corazón, su fuerte sentido de pertenencia lo ha llevado a comprometerse con su municipio, recordándole a su gente la importancia del lugar donde viven. 

Esta es la puerta de Colombia. Por aquí entró todo: el primer avión, los inmigrantes, el primer carro, las primeras prendas de vestir”… “si tú no sabes de dónde vienes, no sabes a dónde vas; por eso buscamos preservar y mantener la memoria histórica de Puerto Colombia, por la importancia que tiene a nivel nacional y mundial”.

A Carlos le gusta el tema social porque le gusta interactuar con la gente. Si pudiera, complementaría la carrera con antropología, sociología o psicología, disciplinas que, para él, van de la mano con la labor del comunicador social para entender la realidad en la que vive. “Un periodista debe ser inquieto en lo político, en lo social y en lo cultural, debe interesarse por la parte humana que tiene su profesión porque nuestro campo de trabajo es la sociedad en sí”.

Con mucha satisfacción comentaba los logros que ha alcanzado la fundación al integrar a toda la población y sus estratos socioeconómicos en un mismo fin: el arte. “Aquí llega todo el mundo, esto es como el carnaval, a través de la cultura, en especial, del arte, tú puedes involucrar a toda la población”. Mientras hablaba de esto, varias personas, algunas de apariencia porteña y otras de aspecto extranjero, entraban al lugar a ver la exposición. Entre esos, una mujer vestida de blanco interrumpió la conversación para preguntar sobre el Festival de Coros que la fundación tiene programada para el público en el mes de octubre. Rodeados de los numerosos visitantes que se acercaban a apreciar el arte del municipio, retomamos el diálogo con nuestro entrevistado. Carlos aboga por el desarrollo de la cultura y del arte como elemento de cohesión entre los diferentes grupos sociales de una población: “Aquí es muy simpático ver, después de una exposición o de un ciclo de cine, al ejecutivo adinerado conversando con el vendedor de pescado acerca de si le gustó la película o las pinturas que vio, eso es muy bonito; si eso no es construir sociedad, entonces, ¿qué es?”.

Se acercaba la hora en que la fundación debía cerrar sus puertas al público, y, entre risas, Carlos nos comentó que tenía mucha hambre, así que nos enseñó las últimas pinturas de la exposición, mostrando sus favoritas y dando una opinión acerca de los temas que plantean los artistas en sus obras. Nos despedimos con un cálido apretón de manos y, al salir, aprovechamos para retomar nuestro paseo por el municipio.


Al son del vallenato por las calles, observábamos, con envidia, a las personas sentadas en sus mesas, almorzando con gusto, mientras que nosotras nos dirigíamos hacia el muelle. Maravilladas por la brisa y la tranquilidad del mar porteño, escuchamos a lo lejos una voz masculina declamando una poesía. Al voltearnos para escucharla nos encontramos con un señor de unos 70 años, a quien llaman ‘El poeta de Puerto Colombia”, él nos invitó a ver su libro de poesías y fue aquí donde, casualmente, nos dimos cuenta de que este fue publicado por la Fundación Puerto Colombia, y no solo eso, sino que, también, todas las ilustraciones de los poemas del libro fueron hechas por Alfonso Hiram, uno de los pintores de la Exposición ‘Entre cielo y mar’ que acabábamos de ver, y, para rematar, entre tantas coincidencias, uno de los poemas de Ángel Medaglia, ‘El poeta de Puerto Colombia’ estaba dedicado, nada más y nada menos, que a Carlos Mario Caselles, de quien nos habíamos despedido hacía unos minutos, lo que demuestra que en este municipio, que guarda la historia de Colombia en sus calles, todo se encuentra conectado.

1 comentario:

  1. Muy bueno e interesante. Gracias por enaltecer la Cultura de nuestro Municipio. el cual aún toda la gente porteña no lo sabe valorar.

    ResponderEliminar