Por: María Alejandra Carroll
Eran las 5 de la tarde y el
inclemente sol todavía se sentía en Barranquilla, como es costumbre. Me dirigía
a cumplir la cita con mi entrevistado, pero siempre como cosa normal en mí, iba
un poco tarde y más que todo me encontraba en un trancón en la calle Murillo,
ya que ese mismo día jugaba Junior y se sabe que cuando juega Junior toda la
ciudad se paraliza. Cuando llegué a mi punto de destino, llamé a Isaí para que
me fuera a buscar, ya que para mí era la primera vez en el portal de Soledad y
no conocía muy bien la zona.
Al fin, nos encontramos y nos
dirigimos camino hacia su casa; mientras caminábamos, intercambiamos pocas
palabras y uno que otro de los chistes y sarcasmos míos, que le pudieron sacar
una sonrisa a Isaí o “el viejo Isa", como le dicen sus amigos más cercanos.
Nos, deja entre ver que es un chico de pocas palabras, pero, que también en el
fondo es un mamador de gallo como buen costeño que es. Al llegar a su casa,
pude ver a primera vista sus instrumentos musicales y a un costado su guitarra,
que siempre se ha caracterizado por los sonidos champetuos, dejando un sello
muy original en su música.