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viernes, 10 de mayo de 2019

“Tengan amor al trabajo y sean constantes, porque la constancia vence”: Carlos Vengal Pérez

Por: Valentina Cantillo

Carlos Vengal Pérez nació hace 68 años en Riofrío, población del departamento del Magdalena. Vivió con sus padres y sus tres hermanos. Siempre tuvo presente que, sin la preparación académica, era difícil superar la pobreza. Culminó su etapa de formación secundaria con el pergamino que ostenta con orgullo y que marcaría su destino, convirtiéndose en el primer bachiller Coltejer. En sus años de juventud, afloró en el mundo del deporte y, actualmente, es un ingeniero civil que se ha construido con base en esfuerzo.

Señor Carlos, ¿Cuándo decidió que quería desempeñarse como ingeniero?

Yo no quería ser ingeniero, yo quería ser médico; de hecho, me presenté en la Universidad de Cartagena para estudiar, pero no pude ingresar porque, precisamente, cuando debía presentarme en la institución, fallecieron mis padres. En el año 1971, culminando el bachillerato, falleció mi madre, y mi padre murió a comienzos del año 1972. Por la falta de recursos, no pude estudiar Medicina, y decidí recurrir a la presentación que también había hecho en la Universidad del Atlántico, en el área de Química y Farmacia. Estudié un semestre en un año complicado, y por los constantes paros y huelgas, debí buscar otras oportunidades. Gracias a la beca obtenida como mejor bachiller en el Colegio Barranquilla, y el talento que en ese entonces el doctor Eduardo Crissien Samper vio en mí, pude escoger una carrera en la Universidad de la Costa, CUC. Y fue el amor que le tenía a los números lo que me permitió elegir Ingeniería Civil, y creo que elegí bien.

A parte de su interés por la medicina, fue muy habido para el baloncesto, ¿en qué momento nació el interés por este deporte?

Cuando estaba en cuarto de bachillerato llegó un señor de corte militar. Se llamaba Antonio Barros, me vio jugando fútbol, y me dijo que por qué no jugaba básquetbol. De alguna forma, Barros me inició casi que a la fuerza en el básquet, porque no era que me gustara mucho. Con el paso del tiempo, y estando en quinto de bachillerato, me reclutaron a Antonio Baraque, quien era el entrenador de la Selección Atlántico. Con el inicio de los torneos intercolegiales, el Colegio Barranquilla quedó Subcampeón; dicho reconocimiento, permitió que me llamaran a la preselección Atlántico, y fue de ahí en adelante en donde comencé a aprender mucho. En 1973, me llamaron a la Selección Atlántico, y comenzó mi vida a nivel nacional como deportista, como basquetbolista destacado. En 1975, y después del campeonato de 1924, fui convocado por 25 años consecutivos a la Selección Colombia; solamente fui dos veces, porque yo estaba dedicado a terminar mis estudios, a tratar de conseguirle la comida a mis hermanos y a tratar de salir adelante.

En el 2018, se emitió una orden de captura contra usted, en la que se le acusaba de apropiarse de dineros destinados a la construcción de un polideportivo en el municipio de Sabanalarga, ¿cómo afectó esta acusación a Carlos Vengal como persona y como contratista?

Como persona me ha afectado mucho, porque me vulneró moralmente, y afectó a mi familia en general. Como contratista, es la primera vez que tengo una imputación de cargos, porque todavía no se ha demostrado nada, y, pues, no estoy judicializado, en el sentido de que no me han puesto una pena. En mis manos tengo un informe de la contraloría que me desliga totalmente del delito que se me acusa, pero es necesario esperar el juicio para llegar a un veredicto. Tengo la seguridad de que vamos a salir adelante, porque después de haber hecho obras mucho más grandes, es absurdo que me vinculen con la apropiación de dineros de una construcción de menor cuantía. Jamás he tocado un peso en las obras ejecutadas, no creo que eso sea una buena ingeniería. Además, el aspecto ético está por encima de todo, es algo que no se puede tocar y es fundamental en el desempeño, tanto personal como profesional. 



Posterior al escándalo del año 2018, ¿cree usted que cambió la demanda del mercado?
Claro que sí, porque nosotros estuvimos 16 horas detenidos, hasta que un juez nos dio libertad. La noticia se difundió muy rápidamente, debido a mi reconocida trayectoria como deportista. El hecho afectó la parte de préstamos, y todo porque hoy las obras se dan a futuro, y un contratista necesita de la banca financiera. Sin lugar a dudas, me perjudicó, y me ha perjudicado en todos los aspectos posibles.

¿Cuáles han sido los logros que han marcado su vida como persona, profesional y deportista?

El logro principal a nivel familiar, son mis hijos. Afortunadamente, conseguí compartir mi vida con mujeres que aportaron mucho al hogar, mujeres inteligentes, las cuales me permitieron no solo ser padre de unos hijos maravillosos y capaces, sino también un hombre que buscaba mejorar sus falencias. En el aspecto de la ingeniería, los logros que han marcado mi carrera son la construcción de la Ciudadela Universitaria y el Megatanque 7 de abril; esta última representa la obra social más satisfactoria, ya que le proporcionará agua a ochocientas mil familias. Y el mayor logro a nivel deportivo, fue el hecho de haber sido llamado por 25 años consecutivos a la Selección Colombia de Baloncesto.

Desde su experiencia como ingeniero, ¿qué consejos le daría a las personas que están interesadas en estudiar Ingeniería y desean ejercer esta labor en el mercado?

El consejo que yo les daría no solo a las personas interesadas en el campo de la ingeniería, sino en cualquier otro campo, es que tengan amor al trabajo y sean constantes, porque la constancia vence. Es muy cierta la frase “La gente mala progresa en el mundo, porque los buenos no hacen nada”, y creo que los buenos tenemos que hacer más para vivir mejor y crear cambios en nuestra sociedad.


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