Por: José Miguel Palma
Durante
el pasar del tiempo, el mundo ha sido testigo de muchas personas con grandes
capacidades, personas que han marcado la diferencia dentro de su generación, de
tal manera que han servido de inspiración para muchos otros jóvenes. Sin duda,
todo esto es el resultado del eficaz aprovechamiento de cada oportunidad que se
nos presentan.
En la
vida de cada quien ocurre algo llamado ‘proceso’, es en este proceso en donde
todas las oportunidades se encuentran repartidas. Cada oportunidad es única,
generalmente, no se repiten. Por lo tanto, es responsabilidad de nosotros
aprovecharlas en su tiempo, lo que significa que somos protagonistas de nuestro
propio destino.
Un
claro ejemplo de oportunidades inesperadas es la historia de Aimed Lorena Añez
Ortiz, una niña que nació el primero de febrero de 1996, en las calles de la
capital de la música vallenata, Valledupar. Aimed quien además hace parte de
una gran familia de músicos, nunca pensó que su increíble talento para cantar
la iba a llevar tan lejos.
En
realidad, todo empezó cuando se trasladó a vivir a Barranquilla. Estando en la
ciudad, se inscribió en el colegio Biffi La Salle, donde terminó sus estudios en el año 2011. Durante este
tiempo, logró hacerse con el primer lugar del “concurso de la canción en
inglés”, evento que el colegio suele realizar y que sirvió como punto
de partida para ella convencerse del talento que tenía; sin embargo, uno de los
mejores momentos de su vida fue cuando, mientras estudiaba psicología en la
Universidad del Norte, tuvo la oportunidad de participar en el Factor XF en el
año 2015. Con la compañía de sus hermanas Pamela, Gabriela y su primo Jhonatan,
formaron así un grupo llamado “Ministerio Blessed”
¿Quién
es Aimed Lorena Añez?
Aimed
es una mujer joven, dedicada, una persona presta al servicio de los demás,
apasionada por las artes, por la música, por lo niños, por el conocimiento y
por el saber.
Tu familia ha jugado un papel
transcendental en tu vida ¿Cómo es tu relación con ellos?
La
verdad es muy buena, a pesar de que estamos lejos porque mi papá trabaja en La Guajira; de mis tres hermanas, Pamela, que es la menor, está en Medellín; Gabriela
está en Estados Unidos; Cristina, en España y mi madre, que se encuentra
aquí en la ciudad conmigo, pero somos muy unidos y existe mucha confianza entre
todos nosotros.
¿Qué recuerdas de cuando estabas en el
colegio? ¿Cómo era tu vida estudiantil?
Yo era
muy quieta, mi mamá no tuvo quejas de mí. Siempre he sido muy organizada desde
niña, me acostaba muy temprano, recogía mis cosas, todo muy bien medido.
Al
llegar aquí ,fue un choque bastante fuerte no solo de pensamientos, fue difícil
entrar en ritmo, teniendo en cuenta también de que la exigencia académica en Barranquilla
es mucho más alta, siempre estuve sola, me fue muy difícil establecer
amistades. Poco a poco, fui acostumbrándome a todos estos factores y se vio
mucha mejora; sin embargo siento que pude haber dado mucho más.
¿Cómo fue esa experiencia de estar en el
Factor XF?
Fue
una experiencia increíble. La idea surgió en el estudio de mi casa. Mi hermana
Gabriela nos insistía que hiciéramos la audición, nunca pensamos en pasar, pues
al profesar nosotros una religión, pensamos en que tal vez no seriamos
llamativos para el programa, pero las cosas se dieron y a los tres días de
presentar nuestro video nos llamaron que necesitaban nuestros datos para comprar
los tiquetes y ya el hotel lo tenían separado. En el instante que llamaron, me
encontraba en clases y la alegría fue inmensa. No quisimos desaprovechar la
oportunidad, siempre confiamos en que Dios tenía un propósito con nosotros en
ese lugar y así fue. Hubo momentos difíciles, sobre todo, en las relaciones
interpersonales, pero todo empezó a mejorar cuando ya las personas empezaron a
entender que no buscamos sobresalir, sino que nuestra prioridad era Dios. Era
espectacular ensayar todos los días con los mejores músicos, estar con los
mejores productores, las mejores trabajadores vocales de Bogotá, el mejor equipo
de maquilladores, todo un grupo siempre dispuesto para nosotros, eso nos ayudó
a dar mucho más de lo que podíamos dar, a ver todo esto de la música de manera
profesional.
¿Qué tipo de impacto creen que generaron
en las personas, teniendo en cuenta su participación dentro del programa?
El
impacto generado en las personas fue muy grande. Cuando viajé a Europa con mi
familia, quedamos impresionado de cómo las personas de allá estaban tan
enteradas de todo. Además, esto
repercutió mucho sobre todo en la juventud, pues muchas personas se han
motivado a mostrar ese talento que siempre han tenido dentro de sí, muchos
paradigmas han sido derrumbados después de nuestra participación en el Factor
XF. De esta manera, podemos descubrir que lo que tanto deseábamos se hizo
realidad, que era llevar un mensaje distinto, algo diferente a lo que ya estamos
acostumbrados a ver.
¿Cuáles son tus planes a futuro?
Tengo
muchos planes. Quisiera seguir cantando, seguir trabajando para Blessed, existen
muchos proyectos que tenemos pensados y que queremos sacar este año, aunque
estemos a la distancia. A nivel secular, me gustaría seguir estudiando, hacer mi
maestría o mi especialización lo más pronto posible.
¿Qué consejos le brindarías a esta nueva
generación que va creciendo?
Bueno
lo que yo puedo aconsejar primeramente es tener a Dios como centro, estoy segura
de que él nos puede guiar por el mejor camino, también es importante tener esa determinación,
esa valentía por defender lo que queremos y, finalmente, nunca desaprovechar
nuestras oportunidades, cada una de ellas será importante en nuestro éxito.
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