Se define como una mujer
trabajadora, condición indispensable para poder destacarse en el campo laboral,
sobre todo en el político. No solamente es una mujer dedicada a un trabajo,
sino a uno que debido a la tradición de ser desempeñado, en su mayoría, por el
género masculino, requiere de mucha fortaleza e inteligencia. ¿La clave? Además
de su formación moral y la seriedad que la caracteriza, asegura que es una hija
del Señor, la consentida del Dios de los cielos, quien la ha sostenido en este
difícil mundo de la política.
Lilia Manga Sierra comenzó
hace más de veinte años como una líder de un barrio popular de de Barranquilla. Por su dedicación y entrega, fue tomada en cuenta por el
congresista Miguel Amín Scaff, para vincularla a una corporación política, cumpliendo, desde ese entonces, dieciocho años de servicio como diputada del Departamento
del Atlántico. Hoy, presidiendo la Asamblea, esta mujer, perseverante y con una
actitud sumamente positiva, cuenta en esta entrevista cómo ha logrado dejar en
alto el rol de la mujer en un campo que, usualmente, es considerado un “terreno
masculino”.