Mujer, madre y profesional: Tres en uno

Por: Andrea Rueda

Yamile del Socorro Mejía de Álvarez, una mujer tan ocañera como la arepa y las cebollas, tan echada para adelante y tan sobresaliente en sus cosas, es nuestra protagonista de hoy.

Criada en un ambiente humilde, pero amoroso y lleno de virtudes, creció con sueños y anhelos de ser una mujer empoderada desde pequeña, fue siempre líder por su inteligencia y su comprensión en ámbitos personales y colectivos, dejando huellas imborrables en cada una de las personas que se cruzan en su vida.

Enaltecida por su elegancia y feminidad a la hora de vestir y hablar, querida por sus grandes enseñanzas y consejos con sus familiares y allegados, y destacada por su diligencia y gran impacto al presentar sus resultados al final de un reto profesional, es lo que la hacen nuestra mujer maravilla del día.

¿Cómo fue tu infancia?

Crecí en una familia muy humilde, con padres muy amorosos y demasiado trabajadores, no tuvimos mucho, pero siempre había lo necesario para todos, somos siete hermanos que aprendimos a apoyarnos en las buenas y en las malas, gracias a los valores inculcados por nuestros papás.

¿Qué tal tu época de colegio?

Uff, fue hace tantos años (ríe), mi primaria la realicé en una escuelita pública que había cerca de mi casa; recuerdo que allí jugaba todo el día y era muy feliz. Mi secundaria, como se llamaba en ese entonces, la realicé en un internado en la ciudad de Bucaramanga, tuve la oportunidad de irme, ya que me becaron por mis altas calificaciones.

¿Cuál fue tu sueño de juventud?

Tenía tantos sueños, siempre me vi como una mujer destacada y reconocida por la gente de mi pueblo, pero a la vez siempre quise casarme, encontrar esa alma gemela y formar una familia ejemplar y linda.

¿Lograste esos sueños?

Me casé con mi primer novio, siempre supe que era el indicado y al parecer él también sabía que yo lo era; con mucho esfuerzo, formamos una familia luego de siete años de novios y tuvimos dos hijos, los cuales amo profundamente.

En el ámbito profesional fue un poco más difícil. En esa época, aún la mujer no era tomada en cuenta en trabajos importantes y solo pude hacer cursos para ser secretaria. Ya con unos 45 años, mi vida cambió radicalmente cuando empecé a ser gerente regional de revistas muy importantes de cosméticos y accesorios femeninos en el país, ahí exploté todo este potencial y empoderamiento que tengo por dentro.

Cuéntanos un poco de tu trabajo

En mi diario vivir no solo me dedico a mi trabajo hablando profesionalmente, también tengo otros dos trabajitos, pero me enfocaré en mi ocupación; soy gerente regional de una marca llamada Natura cosméticos, son unos cosméticos brasileros tanto para mujeres como para hombres, debo buscar personas a las que les guste la marca, mostrársela, contarles el modelo de negocio y, si les gusta, comenzar a trabajar de la mano de ellas para que ambas ganemos con las ventas. Natura ha sido una de las bendiciones más grandes en mi vida, me ha hecho sentirme vigorosa a esta edad, me ha ayudado a conocer mis alcances y a sentirme útil en esta sociedad.

¿Y cuáles son tus otros dos trabajitos?

Soy esposa y mamá; aunque ya los hijos están casados y formaron sus hogares, el trabajo de una madre nunca termina: me sigo angustiando con sus problemas, me gusta ayudarlos con mis nietos, los cuales son el tesoro más grande que tengo, son cuatro: dos niñas y dos niños y; aparte de todo eso, tengo el trabajo más lindo que es ser esposa, llegar de trabajar y encontrar a ese hombre esperándome y compartir con él aunque sea viendo partidos de fútbol, que ni siquiera entiendo (ríe) es de mis planes favoritos; como quien dice por ahí: soy una “tres en uno”.

Descríbenos un día normal en tu cotidianidad

Son aburridos, pero agitados. Me levanto muy temprano y voy a misa, hago desayunito para mi esposo y para mí y salgo a hacer vueltas de bancos, Natura y a visitar a mis señoras, mis tardes transcurren entre novelas, papeleos y llamadas telefónicas y por la noche solo leo un poco y descanso.

Para ti, ¿qué es lo más difícil de ser una “tres en uno”?

Lidiar con este tema de ser mujer, ponerme tacones, atender a mi marido y mis nietos y salir a trabajar pensando en tener mi casa arreglada, ¿qué haré de almuerzo?, “hay que recoger al niño en el colegio”, “llevar los papeles” y cumplir las metas en las ventas de la semana; no es fácil llevar las riendas de una casa y menos a esta edad, muchas personas me dicen que a los 66 años ya es justo descansar y yo te digo, a veces me dan ganas de retirarme, pero siento que tengo mucha vida para eso de dormir, mi momento es ahora.

¿Qué sueños has cumplido y cuales te quedan por cumplir?

He viajado muchísimo. Gracias a mi trabajo, conozco casi toda Colombia, Europa, Estados Unidos, me falta conocer tierra santa y hacer ese recorrido tan divino como sueño turístico; creo que, por cumplir, ver a todos mis nietos graduados de la universidad, es mi mayor anhelo, espero lograrlo.

Ahora una ráfaga de preguntitas curiosas para conocerla un poco más a fondo:

¿Hobbie?

La rumba terapia y el yoga.

¿Dulce preferido?

 Una torta muy rica con un buen café.

¿Canción preferida?

La nave del olvido de José José.

¿Momento preferido del día?

 Mi misa diaria.

Y es así como terminamos la historia de una mujer ejemplo a seguir, bella, graciosa y elegante, una madre amorosa, correcta y consentidora, y una profesional destacada y preponderante que deja en alto el nombre de los ocañeros y colombianos en el exterior con cada uno de sus viajes, que tiene una sonrisa en cada palabra que dice y que, al final, siempre te invitará un muy buen café con una torta, esta vez de zanahoria muy deliciosa.