Por: Keller Gámez y
Derian Hernández
El
concurso Nacional de Cuento es una iniciativa creada y desarrollada por el
Ministerio de Educación de la mano de RCN radio y televisión, promoviendo la
creación literaria en estudiantes de colegios e instituciones de educación
superior públicas y privadas de todo el país. Este ha premiado a 321 talentosos
estudiantes, una de ellos es Katherine Agüera Restrepo.
En su sexta edición, Katherine Agüera participó con su
cuento titulado ‘Fotografías’, pero, ¿quién era Kath antes de esto?
En
mi infancia, siempre fui una niña lectora, tuve afinidad con la literatura
desde muy pequeña. Me acuerdo que cuando mis padres iban a mercar al
supermercado, yo me daba un par de vuelticas con ellos, pero, al final, me iba
a las cajas donde siempre había libros como el de Franklin, y yo me quedaba
leyendo. Ellos sabían que yo estaba segura. Así me leí, por ejemplo, un montón
de libros, solo me alcanzaron a comprar uno, pero me leí todos y gratis.
Me
fue gustando más la lectura a medida que fui creciendo, cuando era joven empecé
a explorar libros nuevos, otros tipos de literatura, y, bueno, igual hasta el
momento. Siempre fui desarrollando dotes para la escritura gracias a la
lectura.
¿Cuáles fueron los sucesos puntuales que te influenciaron
para tomar la decisión de escribir?
Como
mencioné anteriormente, siempre me ha gustado la lectura, pero, por ejemplo,
hay un libro que es tradición de la familia que es un compilados de cuentos de
los hermanos Green que le regaló mi abuela a mi mamá, cuando era chiquita, se
lo dio con una dedicatoria, y mi mamá también me lo dio el día de mi
cumpleaños, casualmente, mi mamá y yo cumplimos el mismo día también. Ese libro
ha pasado de generación en generación y yo también pienso regalárselo a mi
hijo.
Otra
cosa, yo siempre fui buena en la ortografía y este tipo de cosas; entonces, en
el colegio me metía en concursos de ortografía, lectura, también iba mucho a la
biblioteca, y esto me impulsó a que me gustara mucho leer.
¿Cuáles son los géneros con los que más sientes afinidad?,
¿sólo escribes cuentos o algo más?
Bueno,
es curioso porque cuando yo gané el Concurso Nacional del Cuento, no estaba muy
familiarizada con el género del cuento, ya que, lo que uno más hace es leer
novelas, uno lo que generalmente lee son libros, no es como que vayamos a
comprar una antología de cuentos, porque preferimos las novelas. Entonces, yo
no había leído mucho ese género, pero cuando lo gané, empecé a conocer personas
del jurado, las cuales, eran cuentistas, y empezaron a hablar del género, así
que me llamó mucho la atención.
En
cuando géneros, temáticas, me gusta mucho la literatura clásica, no me gusta
mucho la contemporánea; prefiero los autores antiguos, tales como, Víctor Hugo,
Julio Verne, el mismo Gabriel García Márquez me gusta mucho.
¿Katherine, cómo llegaste al Concurso Nacional del Cuento?
Bueno,
la historia es interesante, yo estudié comunicación social y periodismo en la
Universidad Autónoma del Caribe, en ella, hay un profesor llamado Alejandro
Espinoza ‘Chomsky’, él nos asignó elaborar un cuento con un aspecto peculiar de
la época, pues, en la esquina se estaba construyendo un edificio, así que él
nos dijo “miren ese edificio e invéntense un cuento”. Yo llegué en la noche a
mi casa, como “buena estudiante” haciendo la tarea para el día siguiente, y
listo, me senté, y me imaginé a una niña cayendo del edificio y en recorrido
veía ciertas cosas, y bueno, lo escribí en una noche.
Al
día siguiente, entregué mi tarea normal, fui el único cinco del grupo, y
Chomsky, que es un personaje bastante particular, me escribió en el trabajo
“tenemos que hablar”; entonces, yo como que “¡Anda, esto es un cinco, por lo
menos hablaremos de algo bueno, porque un cinco no es malo!”. Yo fui a su
oficina, y él me dijo, “esto es muy bueno”.
De
igual forma, ya yo había pensado en escribirme en el Concurso Nacional de
Cuento, pero no lo había hecho porque uno siempre tiene las fechas encima;
entonces, teniendo una pieza ya escrita, al profesor le había gustado, y me
dijo que metiera los papeles.
Ingresé
los papeles en julio, en septiembre publicaron a los semifinalistas, en
diciembre, llegando a mi casa de una clase de televisión, el 7 de diciembre era
el parcial, me llamaron al teléfono mientras almorzaba, y no lo podía creer;
enseguida me empezaron a hablar del papeleo, de la ida a Cartagena y todo lo
referente a esto.
¿Cómo fue la metodología? ¿Qué tuviste que hacer?
¡Uy,
bueno, el papeleo es grande!, tiene que ceder hasta tus derechos de autor; de
hecho, el cuento, técnicamente, ya no es mío, porque yo cedo estos derechos,
principalmente, a RCN y al Ministerio de Educación. Además, tienes que sacar un
seguro para poder viajar y quedarte cuatro días en Cartagena, te llevan a un
festival allá, y la premiación es en el Adolfo Mejía de esta ciudad.
Allí,
con transmisión de televisión y todo, van mencionando a cada uno de los 35
ganadores, y uno va pasando y recogiendo sus diplomas. Adicionalmente, uno va
recibiendo varios premios; personalmente, a mí me dieron un portátil y un libro
que es el compilado original de todos los cuentos con las ilustraciones, una
biografía de todos nosotros y una fotografía grupal.
Cuando fuiste a Cartagena, ¿cuál fue tu sensación al
momento de ganar?
Fue
fenomenal de comienzo a fin, porque la experiencia es muy bonita a nivel
general, por ejemplo, conocí al nobel de literatura Mario Vargas Llosa, le di
la mano, también tuve la oportunidad de conocer a los jurados, como Eduardo
Sacheri, escritor de la película ‘El secreto de tus ojos’, conocí personas como
el director de RCN televisión y RCN radio, al ex presidente Belisario
Betancourt.
A
nivel social, como somos 35 ganadores, y 10 pertenecíamos a la categoría
universitaria, es muy chévere, porque te rodeas con gente igual a ti, que les
gustan las mismas cosas que tú. Una noche fuimos a la playa, hablamos y nos
hicimos muy amigos; amistades que todavía existen.
¿Consideras ese cuento como tu mejor trabajo?
Sí,
sí, es difícil decir que una cosa es mejor que otra, en cuanto a uno mismo,
pero sí, lo considero mi mejor trabajo.
¿Cómo fue tu vida después de esto? ¿Cómo influyó en tu
vida?
Bueno,
eso me abrió mucho las puertas, porque, a nivel laboral es un logro muy
importante, y es un valor agregado sobre la persona; en entrevistas laborales o
en el trabajo que tengo actualmente, siempre ven eso como una cosa que el
empleado tiene buena, que puedes explotar, y los jefes cuando hablan, se siente
muy orgullosos.
Además,
a raíz de este concurso, nos invitaron a muchas conferencias a hablarles a los
niños sobre literatura, eso me gusta mucho; me invitaron al Berckley a hablarle
a los chichos de bachillerato, al Gimnasio del Country, pero, con infantes a
hablarles de la importancia de la lectura, y varios eventos más.
¿Cómo ves la literatura en la actualidad?
Bueno,
yo, personalmente, siento que puede estar perdiendo un poquito de calidad, por
decirlo así, no en nivel general, pues, aún existen excelentes autores, pero
siento que está cambiando el estilo literario para pasar a una literatura
contemporánea, que puede ser más comercial, en algunos casos.
¿Cómo impulsarías a los jóvenes y a los niños a ingresar
al mundo de la literatura?
Por
medio de la lectura, es muy importante conocerla y enfrentarse a ella como tal,
a mí, por ejemplo, me gustan los autores clásicos, pero, obviamente, cambia y
uno debe irse adaptando a lo que hay actualmente. no importa lo que uno
comience leyendo, el género que te guste, si no, que uno se familiarice con el
hábito de la lectura, puesto que esta te da muchos beneficios, tales como, una
mejor memoria, te permite tener una mejor ortografía, escribes por ósmosis,
porque se te va grabando como se escriben las palabras, y te desarrolla la
creatividad.
En el futuro, ¿te ves como escritora de tiempo completo?
Si
lo he pensado, pero, como es algo artístico, sería más adelante cuando uno se
vaya formando una carrera, publicar un libro, pero no por el momento.
¿Sobre qué tema te gustaría escribir?
Bueno,
como trabajo con publicidad, y me considero una persona muy creativa, me
gustaría escribir algo de aventura, como los escritos de Julio Verne,
relacionado con el realismo mágico de Gabo, y algo de filosofía, pero nada en
específico; aunque, sí me gustaría escribir la historia de mis bisabuelos,
ellos vivían en España, pero se fueron a vivir a cuba por una guerra que hubo;
entonces, mi abuelo nació en el trayecto del viaje. Yo creo que el escrito te
va diciendo a ti, de qué forma finalizar.
¿De qué manera tus escritos hacen un mundo mejor?
Yo
creo que la literatura en general hace un mundo mejor, porque el lenguaje
escrito es algo universal que ayuda a construir sociedad, permite comunicarnos,
y es la historia de la humanidad. Nosotros podemos tomar un libro de 1520, y
entendemos el contexto histórico, entendemos cómo se estaba sintiendo el autor
a nivel personal. También sirve para retratar una sociedad, para denunciar la
situación de un país, sirve para expresarte libremente, para que otras personas
entiendan tu ideología o se sientan alineados con ellas; por eso, debería estar
al alcance de todos.
La entrevista anterior se resume en la importancia de la escritura y el escribir. Para Katherine Agüera Restrepo, el concurso Nacional de Cuento, desarrollado por el Ministerio de Educación de la mano de RCN radio y televisión, significó un impulso personal, laboral, y social. Gracias al concurso llegó a viajar; pudo conocer nuevas personas iguales a ella, así como figuras importantes de la escritura; se le abrieron puertas a nivel laboral, aún estando en la Universidad. Todo esto sin contar que, según nos dice Katherine, fue una experiencia muy bella y maravillosa.
ResponderEliminarEn mi opinión estamos ante una entrevista bellísima. Como amante de la literatura que soy, resonó en mi algo que dijo Katherine: "Yo creo que la literatura en general hace un mundo mejor, porque el lenguaje escrito es algo universal que ayuda a construir sociedad, permite comunicarnos, y es la historia de la humanidad." Maravilloso. Para mí, esta entrevista es una forma preciosa de mostrar como hay oportunidades mágicas en la vida, que nos permiten descubrir el mundo desde otro punto de vista: el de ese cuento de escribir.