De los sueños a la realidad

Por: Valentina Miranda 

Al llegar al local de Catwalk Models, la exitosa agencia de modelaje, me encontré con Sharon Rey, la CEO de la misma,  quien acababa de grabar un video y se ubicaba frente a su celular y un aro de luz led. Nos saludamos y me excusé por haber llegado unos minutos tarde, ya que el uber no encontraba la dirección exacta; “tranquila Vale, aproveché para anunciar el inicio de los cursos vacacionales”, me dijo. Conversamos unos minutos de temas cotidianos e inmediatamente entramos en la razón de mi visita: entrevistarla.

Nos encontrábamos en un ambiente de tranquilidad, no había nadie más aparte de ella y yo; supuse que ese día no se dictarían clases. “¿Cuáles son las preguntas, Vale? Para ir preparándome”, me dijo, a lo que respondí que no le podía decir para obtener un resultado realmente genuino. Nos sentamos y nos dispusimos a empezar. La noté tranquila y me sentí como si estuviese hablando con una amiga más.

Sharon Dayana Rey es la dueña y administradora de su propia agencia de modelaje, Catwalk Models. Tan sólo con 27 años ha estudiado ingeniería civil,  - aunque nunca lo ha ejercido-, modelaje profesional y ha participado en grandes concursos relacionados con la pasarela. Su gusto por la industria comienza alrededor de sus 10 años “Fui reina del carnaval del colegio Lyndon B. Johnson, y de ahí, participe en concursos o cualquier cosa que tuviera que ver con modelaje, ahí estaba yo de primera”, expresó.

Después de haber vivido en la Arenosa, se muda a Venezuela con su familia, donde sus padres deciden ingresarla a una agencia muy conocida: Carola Studios. “Me gustaba mucho. Aparte de las clases y todo eso, yo veía cómo enseñaban, veía cómo se manejaba como tal el negocio. Y yo siempre dije: yo quiero montar una academia de modelos. Y tenía como 14 años en ese entonces” recuerda. Sin embargo, comentó que durante su estadía en aquella agencia solía bromear con sus compañeras acerca del nombre de su futura compañía: “Sharola Studios”.

Años más tarde, Rey y su familia vuelven a Colombia debido a la situación económica y política de Venezuela. Graduada como modelo profesional, decide ingresar al concurso de Chica Miércoles en el 2012, donde obtiene un muy buen lugar que le abre las puertas de la industria en el país. “Empecé preparando reinas, preparando modelos. Y de ahí, poco a poco empecé armando un grupo de gente. En ese momento yo daba hasta las clases gratis, con tal de darme a conocer, que me vieran , que la gente confía en mi trabajo” afirmó. Las clases comenzaron en su apartamento, que, asegura, es pequeño, y más tarde, por la gran afluencia de personas se trasladan a una casa.

Principalmente, dictaba las clases ella sola, y su novio en aquel entonces, hoy su esposo, la observaba. Cuando llegó el momento él intervino en el negocio aun cuando lo único que sabía de modelaje era lo que había visto en las clases de Sharon. “Él se sentaba conmigo, esperaba que yo terminara y salíamos. Entonces ahí fue cuando se aprendió las cosas y el día que vio al montón de gente y me vio tan atareada pues él me ayudó”, contó. Asegura que en orden para crear su empresa se dedicó mucho y, a pesar de los obstáculos, sabía que ese era el proyecto de vida que Dios tenía para ella. Dice que no se arrepiente de nada en relación a la construcción de su negocio, pero afirma que su título de Ingeniera Civil no le ha ayudado mucho. “Sí me hubiera gustado, de pronto, haber estudiado algo relacionado con la administración de mi negocio o hasta comunicación social. Algo que fuese más relacionado.”, manifestó.

En cuanto a su visión del mercado en la ciudad de Barranquilla, siente que el ritmo laboral es acorde. Sin embargo, agregó que los “malos manejos de modelos independientes” han deteriorado el campo laboral. “Los contratan a ellos mismos y ‘regatean’ los precios, entonces, cuando llegan a la agencia los clientes están malcriados de alguna manera y esperan a que tú les des un precio barato por algo que la verdad es un trabajo como cualquier otro. Donde la modelo se cansa, donde la tienen que peinar, le queman el pelo mil quinientas veces al día, la tienen que maquillar, desmaquillar”; por lo tanto, afirma que las mejores ciudades en Colombia en el campo son Bogotá y Medellín. Aunque la competencia es más fuerte, asegura que trabajan unidos y no hay lugar para la competencia desleal; algo que se estaba abriendo espacio en la Costa. “Una agencia proponía un precio y la otra uno más alto, entonces el cliente no escogía la mejor modelo sino que escogía el más barato. Pero bueno, hace poco, hace como un mes, tuvimos una reunión entre todas las agencias y llegamos a una conclusión de que todos íbamos a manejar los precios de una manera estandarizada”.

Ha participado del Bogotá Fashion Week y agregó que la competencia es “muchísimo más agresiva,” ya que las modelos se toman el tema más profesionalmente. Reveló que una de las cosas que le incomoda de la industria son los castings; “el tema de los castings en general son tensionantes porque las demás agencias no dejan de ser tu competencia y su grupo de modelos no dejan de ser competencia para el tuyo. Hay bastante tensión”.

Afirma que aún le queda mucho camino por recorrer y espera que su proyecto de vida siga mejorando. “Esto no es ni la cuarta parte de lo que quiero que sea Catwalk Models. Yo siento que todavía estoy explorando muchas cosas con respecto a este proyecto”, refiriéndose al local, que a mi parecer es perfecto.

Lo que más llamó mi atención fue el impacto social que su academia tiene en la sociedad; “no es el hecho que ellas crean que estamos creando maniquíes de cierta estatura y cierto requisito físico…han entendido que esto no solamente es una academia de modelos sino que es una academia para crear modelos de personas”. Entonces, entendí por qué Paulina Vega es su modelo colombiana favorita; al describirla, habló de su personalidad más que de su aspecto físico “me encanta su actitud, lo relajada y suelta que es. Me parece que eso la caracteriza mucho y es lo que caracteriza a una modelo costeña”, explicó.

En cuanto a dificultades en el medio, asegura que ha discutido con los modelos en ocasiones. “Ellos a veces no entienden que uno está para cuidarle la imagen, que hagan cosas buenas y no que les afecten. Ha sido difícil lidiar con la personalidad de cada uno, hay unos que lo entienden, cooperan, trabajan en conjunto contigo pero hay otros que no, son rebeldes”. Sin embargo, son gajes del oficio y no pasan a mayores.

Se proyecta con hijos, “no perros”, refiriéndose a sus dos mascotas. Con una empresa más grande de lo que es hoy e, incluso, con posibilidades de expansión nacional e internacional. “Siento que esto va a ser bastante grande. Vamos poco a poco haciendo las cosas”.

Al finalizar, detuve la grabación de la entrevista y le comenté lo empoderada que me sentí a lo largo de esta. Como Sharon Rey, todos tenemos sueños y metas que alcanzar, y siguiendo su ejemplo de superación, emprendimiento y mucha paciencia, podremos lograrlos en un futuro no muy lejano.