Andrés, promesa del Caribe

Por: Selena Moreno

Eran las 10 a.m. de un día cualquiera en la universidad Autónoma del Caribe. Me encuentro con un compañero tan cercano y tan soñador que irradia a donde quiera que va la buena energía que lo caracteriza. Fue inevitable querer indagar sobre esos sueños que empezaron desde muy niño y que, hasta el día de hoy, se mantienen firmes, como él, cuando se encuentra en un escenario.

Andrés Betancourt Rubio es su nombre completo. Estudiante de comunicación social y cantante, con 18 años de edad, Andrés ha tenido muchas circunstancias que le han sonreído en su carrera y, aunque es un joven consiente que nada es fácil en la vida, con mucha fe, dice que tampoco hay nada imposible.

 Le empiezo a formular preguntas que responde con los ojos brillándoles y una sonrisa de satisfacción e ilusión. Hablamos de su paso por la Voz Kids, en su primera edición realizada en el año 2014, cuando Andrés tenía tan solo 14 años de edad entre risas dijimos que ese número lo perseguía, de hecho, dijo que era su número favorito.

Le seguí realizando preguntas tan puntuales como: ¿Andrés, cómo fue tener a un artista de la talla de Cepeda como entrenador? “No pude escoger uno mejor, es un hombre que sabe mucho del tema y del género por el cual me inclinaba en ese entonces; aparte de ser un gran ser humano que se apropia de tus sueños y logra sentirlos como suyos, eso fue lindo y motivador.” Entre risas, me dice, “además conocí a Fanny y a Maluma, también grandes artistas que dejan huellas en tu carrera y en tu vida personal.” Mientras miraba el reloj, porque tenía una cita para terminar de grabar uno de los proyectos que tiene próximamente, en la música urbana, que es el género que le gusta y en el cual está descubriendo muchos factores positivos en su voz y su estilo como artista, que es lo que siempre se busca tener tu propio sello, me dice, mientras yo le pregunto qué pasó con Andrés en el momento en que sale del programa más visto de la televisión colombiana para esos días. 

Me dice que recuerda mucho la gira de medios, la visita a colegios y el cariño de las personas, fue la vez que más cerca se sintió de lo que sueña, porque sí, eso sueña, que su talento sea reconocido globalmente y ayudar a mucha gente, estar cerca de las personas que lo inspiran y lo han apoyado siempre. A notar su prisa por no llegar tarde a lo que ya tenía planeado, me despido, no sin antes desearle lo mejor en su carrera, porque, de verdad, se lo merece y agradeciéndole que me regalara ese espacio en su agitada rutina, pues no es fácil ser artista.