Por Valerie Vargas Carbó
Eran alrededor de las 6:00 de la tarde cuando llegué
ansiosa al estudio artístico del famoso maquillador porteño, Jaime Alberto
Carpintero, de 25 años, ubicado en Barranquilla en la Cra 43 con 82.
Al momento en que crucé la
entrada a su estudio, Jaime, conocido artísticamente como “James Carp”, se encontraba
maquillando a una chica. En ese instante, me recibió con una gran sonrisa y me
saludó muy emocionado transmitiendo así una energía positiva, muy
característico de lo que comparte en sus redes; gracias a esto, inmediatamente
creó un ambiente armónico y rompió cualquier tipo de tensión que por nervios
podría crearse durante la entrevista que llevaríamos a cabo.
James me invitó a sentarme. Mientras
esperaba a que terminara con aquella chica, aproveché y lo fotografié y empecé
a charlar un poco con él, le hice preguntas comunes y de su diario vivir, sobre
qué tal su semana, si había tenido mucho trabajo, etc. Esto fue con el fin que
ambos nos sintiéramos cómodos y en confianza de charlar luego como dos amigos.
Fue de todo un gusto para mí observar su creatividad y estilo propio al momento
de maquillar, expresó espontaneidad y arte del que todas sus clientes lo
definen, y el resultado de este maquillaje no fue la excepción.
Cuando llegó el momento esperado
de la entrevista, empezamos a hablar sobre su información básica. De ahí surgió
la pregunta sobre el nacimiento de su nombre artístico, James comenzó por
contarme que fue estudiante de la Universidad Autónoma del Caribe del programa
de Diseño de Modas durante seis semestres. “Porque siempre me encantó el mundo
de la moda”, dijo James, fue aquí donde surgió la explicación de su alias, ya
que él decía que como iba a tener una marca de ropa con su nombre real, cuando
este debía ser un poco más sofisticado y “pegajoso”, un nombre que lo
representara, y en busca de este recordó que en el colegio le decían James en
la clase de inglés y fue uniéndolo con el Carpintero hasta ir encontrando una
abreviatura.
-James, ¿cuál es el apodo más
vergonzoso que has tenido?
- Ay (suspiró), Jaimito el
cartero, ese era el que más odiaba, el carpintero, el cartero, todo”, dijo
entre risas.
Él compartía que, aunque
principalmente iba a ser una marca para lo textil, dice que la vida y Dios fue
enviándolo al lugar donde debía estar y actualmente es conocido así en el mundo
de Makeup Artists, donde cabe resaltar que hace parte de los mejores de
Colombia.
Como dice le dicen a James: “De
Puerto Colombia, Atlántico para el mundo.” A pesar que tuvo una gran
inclinación con esto, jamás imaginó llegar a ser quien es hoy, y pasar de
diseñador de modas a maquillador profesional; sin embargo, lo disfruta y
explota al máximo ya que ama su trabajo. “Me encantaba con locura y con pasión
mi carrera, duraba hasta las 6:00 de la mañana pintando, me encantaba crear, mi
momento de inspiración era en la madrugada. De ahí yo era el que maquillaba en
las editoriales de moda y ahí mis amigas se dieron cuenta y me empezaron a contratar
hasta para sus eventos”, destacó.
Desde pequeño, estuvo envuelto en
este mundo de belleza. Su mamá estaba trabajando en una peluquería cuando quedó
embarazada de él. “Todo empezó con una pequeña peluquería en la sala de mi
casa, luego lo pasaron al lado de una pescadería que tenía mi papá, literal
olía a pescado, pero no importaba, más eran las ganas. Yo crecí y crecí y vi
todo eso, y empecé a despertar interés y, sin que se diera cuenta, le cogía sus
herramientas de trabajo, aprendí robándoselos”, expresó entre risas y
carcajadas. James compartió que él no sabía nada de productos, y así empezó
comprando e instruyéndose de lo que leía con los productos de su madre.
Siempre le gustó mucho el arte,
decía que hacía el maquillaje como él creía, es empírico. Maquillaba con los
dedos, y le salía perfecto, lo cual sorprendía a muchas personas, y así marcó
su esencia y su manera de expresar, aunque dice entre risas que hoy en día les
cogió amor a las brochas y ha aprendido técnicas que cada día desarrollan y
mejoran su gran habilidad.
-¿Cómo empezaste a maquillar con
las manos?
-Como no sabía nada, era empírico.
Yo decía esto se usa de tal manera, y con los dedos echaba la base, las
sombras, todo. Yo he tenido como algo en la cabeza que las sombras con shimmer
o glitter el pigmento es mejor con los dedos y el difuminado, una técnica que
la hice mía, y que asombró a demasiada gente.
Más que maquillaje, James confesó
que la moda fue lo que ayudó a encontrar su amor por lo que hace. En sus
proyectos se visualiza en un futuro materializando sus ambas pasiones en una
casa de modas, donde las personas puedan encontrar desde diseños, un estudio de
fotografía hasta estudio de maquillaje y variedades de cosas. Hace un año
cumplió uno de sus grandes logros que es su actual estudio de maquillaje, quien
dice que es fruto de hacer las cosas con amor, y ser un fiel creyente que los
sueños si se cumplen, sorprendiendo así a su familia y conocidos.
-James, ¿veías este proyecto como
algo cercano o lejano?
-Todas las cosas que hago son con
amor. Cuando empecé, iba a casa por casa tocando, tú eres una de las personas
que lo sabe y yo creo que eso Dios lo ve, yo tengo fe de que Él me ha abierto
puertas y puertas, por solo hacer las cosas bien, yo jamás pensé que iba a
tener un estudio a tan pronta edad, a los 24, nadie sabía nada, la gente quedó
en shock, siempre decía a los “27” para no quedar mal (risas)”, dijo James.
Está agradecido con todas las
personas que lo han apoyado y se han unido a su sueño, especialmente a la
primera celebridad que maquilló, Martina “La Peligrosa”, quien como cosas del
destino, se presentó la oportunidad de una sección de fotos con esta estrella y
una marca famosa barranquillera; a partir de allí, la fama empezó a llegar él,
gracias a un post donde Martina exaltaba la gran labor de él. “Mis seguidores
subían muchísimo, de ahí me abrió las puertas gigantes, yo no había terminado
de llegar cuando ella se presenta y me da un abrazo enorme, hasta el día de hoy
la maquillo y hemos tenido una relación de amigos muy cercana. La amo y la
adoro”.
Desde ese momento, no solo ha
sido la famosa cantante sino, incluso, otras famosas, entre esas, Mabel
Cartagena hasta reinas de belleza como Natalia Navarro, Valerie Domínguez, ex
señoritas Colombia. Aunque sueña con maquillar a Belinda, Taliana Vargas y Sofía
Carson.
Las dos mejores cosas que
considera que le ha traído el ser maquillador son: Ser día a día una mejor
persona, ya que le ha enseñado a valorar a las personas, cada momento de su
vida, porque trae sacrificios, y lo segundo y más importante para él es el
valorar la verdadera belleza, la que se tiene por dentro, hacerla brillar.
El maquillador se define como una
persona espontánea, alegre y amorosa, amante de la buena comida y de un estilo
muy fresco y relajado. Además, invita a los jóvenes a perseverar y no rendirse;
compartió 5 tips:
1. Ser un soñador, pero de
aquellos que los quieren cumplir.
2. Tener mucha fuerza,
enfrentarte al mundo y aceptar tus derrotas.
3. Entregarte con amor, hacer las
cosas con amor y dar amor.
4. Si puedes empezar desde niño, ¡hazlo!
El tiempo es el ahora.
5. Nunca perder tu esencia,
recordar de donde vienes, ser la misma persona.
“Todos los sueños que tenemos en
nuestro corazón se cumplen, toditos, eso les sucede a las personas reales”. Y
así culminó esta maravillosa y gratificante entrevista, con un fuerte abrazo y
una sonrisa en el rostro de James Carp.
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