Por: María José Lora Salcedo
Al llegar a su casa, que se encuentra en un conjunto
residencial del norte de Barraquilla, me
recibió Evelyn Galván, comunicadora social, egresada de la Universidad Autónoma
del Caribe, una mujer alta, de contextura gruesa, con un rostro brillante y
alegre que denotaba satisfacción de recibir mi visita, con una agenda apretada,
decidió recibirme después de un fuerte jornada de ejercicios pues eso mostraba
su aspecto y su vestimenta.
Sus ocupaciones nos hicieron hacer esta entrevista muy
rápida, pero sustanciosa. Comenzó por contarme que hace unos días se graduó
como especialista en gerencia de la comunicación para el desarrollo social, y, en
ese momento, se devolvió en el tiempo para empezarme a contar que nació en El
Carmen de Bolívar, que tiene 26 años y que desde los 14 años se convirtió en Diplomática
cultural y que, además, hizo parte del ministerio de cultura, representando al
país en varios continentes como África, Europa, Asia y en parte de Latinoamérica
mostrando la riqueza cultural de Colombia.
En este punto de la entrevista tomó un aire, se paró de
los muebles donde estábamos sentadas y camino hacia la cocina en busca de dos
vasos que portaban un delicioso jugo de mango, se sentó nuevamente en en el
mismo lugar y empezó de nuevo a hablar de su niñez, “Desde niña, la cultura me marcó la vida y
por eso hoy estoy encaminada en eso y sueño con hacer un máster en patrimonio
mundial y gestión de proyectos culturales para el desarrollo. “Evelyn, quien ama
bailar, cantar y disfrutar de lo más propio de la región caribe también contó
que es abogada de la Universidad Libre de Barranquilla y que hoy lleva a cabo
un proyecto cultural llamado El Reino de La Perla.
Y en ese momento, recibió una llamada que le informaba
que tenía otra ocupación en su lista y esta era de otra de sus pasiones: el
maquillaje, que, al igual que su cultura
caribe, ama desde muy niña y dice que eso nació con ella.
Luego le pregunté por su proyecto El reino de la perla, que lleva desde el año
pasado y con una emoción evidente me dijo “Quiero hacer crecer este sueño que
apenas empieza colocando en vitrina las diferentes culturas del mundo para que
se reconozcan se valores, se muestren, podamos identificar nuestra diversidad y
al mismo tiempo reconocer al otro que es igual pero diferente a mí y poder
hacer un ejercicio lindo de tolerancia”.
Para ella, la postmodernidad tiene un significado muy
único y particular argumentando que es un escenario maravilloso donde nos encontramos
los unos a los otros y nos reconocemos como diferentes pero en ese mismo
reconocimiento valoro y respeto tu tradición lo que eres. Y también añadió: “Es
importante hacer este tipo de trabajos en medio de un proceso globalizador que
tiende a homogeneizar las culturas
porque, si del algo está nutrido el mundo, es de esa riqueza cultural de esa
diversidad que hay que salvaguardar proteger, mostrar y esto es básicamente lo
que hace el Reino de la Perla”.
Mientras ella terminaba de hablar con expresiones muy
abiertas, con gestos muy caribeños y espontáneos me contó que tiene un objetivo
muy claro y es generar paz con su proyecto y que la sociedad aprenda a
reconocer y respetar las diferencias y que los pueblos menos vistos como los
pueblos indígenas y afros puedan visualizarse y que se acepten tal como son; hizo
especial referencia en que no son ellos mismos porque ellos son muy orgullosos
de lo que son, es la demás sociedad que tiende a ser muy egocentrista.
El tiempo paso rápidamente y nos tocó terminar la
entrevista pero no sin antes preguntarle que si creía que la cultura estaba en
riesgo. Con una mirada contundente y con voz firme me respondió, “La cultura
como tal, no, pero sí las expresiones culturales que son cosas distintas,
porque cuando hay amenaza de fusiones o amenazas de desapariciones de
expresiones culturales, poco a poco morimos a algo, está bien que evolucionemos,
está bien que cambiemos, pero es necesario preservar las esencia de nuestro
folclore, la esencia de lo que somos”.
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