Por Luisa González
La
entrevista fue conmovedora. Mariela Leal Castro, periodista y locutora
Venezolona, egresada de la Universidad Cecilia Acosta Maracaibo, Zulia, con más
de 18 años de experiencia en los medios, como consecuencia de la crisis latente
que vive su país, tuvo que cambiar los micrófonos por donas o “cachitos”, como
ella les llama.
Nuestra
cita fue a las 4:30 pm. Después de caminar de norte a sur, y en medio del calor
agobiante que caracteriza a Barranquilla, llegó Mariela, con una sonrisa de
oreja a oreja. Estaba contenta porque solo le quedaban dos cachitos y sería yo
quien se los compraría. Nos hicimos en un sofá dentro de un almacén de telas que
visita a diario para vender: en ese lugar finaliza todos los días su recorrido y
ya todos la conocen.
Rojo
Rojito
Mariela
Leal contó que nació en Valera, Venezuela, tierra que recuerda con mucha
nostalgia. Estudió comunicación social porque “tenía a juro que graduarme de algo”, dijo. Inició trabajando en
Radio Valera, la emisora más antigua e importante de la ciudad, en donde
comenzó con un programa de música venezolona que presentaba junto a un amigo. “Como trabajaba en la radio, vienes y te
enamoras de lo que estás haciendo”, expresó.
“Fueron años gloriosos”, comentó. Con una
mirada dolorosa, Mariela recordó lo que eran los medios de comunicación en su
país antes del gobierno del ex – presidente Hugo Chávez; de hecho, tuvo la
oportunidad de entrevistarlo en dos ocasiones. No se podía salir al aire si no
se tenía un título o un certificado, las noticas debían ser verdaderas y no se podían
cometer errores estando al aire, todo tenía que salir perfecto. Hoy, tiempo
después “tú vas a Venezuela y puedes
escuchar gente que no tiene ni arte ni parte de lo que está haciendo y tiene
programas de radio. Vulgarmente, se putió “, dice.
Radio
Valera fue cerrada porque era de la oposición. Y de ahí en adelante, los medios
se volvieron “rojos rojitos”, dice. Mariela Leal llegó a ser Gerente de ventas
y Subdirectora de Radio Única por 12 años. Programas como “Desayunando en única
con Mariela Leal” y “Sal y Pimienta” son los que más recuerda. Debido a la
crisis, ya no había clientes y, de hacer programas completos, pasó a noticias
mega y avances nacionales regional e internacionales, pero “yo siempre salía del estudio con cobre”,
afirmó.
Mariela,
desesperada por la situación, decidió venir a Colombia. “Ya no hay gente en el periódico, se están yendo a otros países”, comentó
con tristeza, después de secarse unas cuantas lágrimas.
Una
nueva esperanza
“Cada vez que veía a alguien en un bus, decía:
algún día voy a montarme a ver si a mí me regalan dinero también, pero nunca
pensé que me tocara algo parecido “, expresó Mariela.
Había
pasado una hora desde que comenzamos la entrevista y yo tenía otro compromiso, algo
me decía que se venía lo mejor, no la quería interrumpir, muy espontáneamente
me estaba compartiendo su vida, así que continuamos.
Es
madre de un adolescente de 16 años a quien dejó a cargo de su tía, mientras ella
prueba suerte en Colombia. “Llegó un
momento en que mi hijo se quería comer un cono y tenía que decirle: no tengo,
Gerardo”, dijo con la voz quebrantada y lágrimas de dolor. La odisea que
vive Mariela es palpable, separarse de su hijo a quien ha visto crecer está
siendo una prueba de fuego.
Con
lo que gana de sus donas, a duras penas le alcanza para mandarle a su hijo y ella
queda sin nada, pero no le importa, pues a eso vino, a trabajar. Entonces, recuerda
cómo en su país se juega una lotería cuando de comida se trata; “Si tú quieres comprar una harina pan, tienes
que esperar el día que te toque y depende de tu número de cédula. Allá, en el
súper mercado hacen un sorteo para ver quién puede comer; si sacan su cédula,
usted come ese día, si no, usted no come”, explicó decepcionada.
Y ni
hablar de los gustos y antojos que se podían permitir antes. “En Venezuela,
comprar una torta es imposible”, comentó. La situación, sin duda alguna, va de
mal en peor y, lo que más lamenta Mariela, aparte de estar lejos de su hijo, es
no poder ejercer su profesión. “Quedé de zapato pa´ cotiza”, dice, como
queriendo decir que de zapato elegante que era ella, ahora es una simple alpargata.
Las
lágrimas cada vez eran menos controlables en Mariela, el deseo de estar con su
hijo es inimaginable; al principio, no podían comunicarse porque no tenía celular;
hoy, lo hace a través de mensajes de WhatsApp. Son casi las 6 de la tarde y
Mariela debe regresar al lugar donde le dan posada. En medio de la despedida,
recibe un mensaje de Gerardo, su hijo. “Mamá,
hoy no fui al colegio porque me siento mal, te extraño”, dice el mensaje.
Ella, con coraje de madre, agarra su celular, se seca las lágrimas, graba un
audio con serenidad y responde a su hijo que pronto estarán juntos. “Hablo con mi hijo a diario, pero después que
terminas de escribir empiezas a maldecir a Maduro”, dice sumida en un mar
de lágrimas”.
Resumen:
ResponderEliminarEn esta creativa comienza contando la vida de Mariela una mujer venezolana que salió de su país gracias a la crisis que está viviendo, en su país su profesión era ser periodista, pero aquí en Colombia era una vendedora del común.
Cuenta que nació en Valera, Venezuela. Estudio comunicación social ya que necesitaba graduarse de alguna profesión, sus comienzos como periodista fue en “radio Valera” que era la más importante en su ciudad y hacia parte de un programa de musical de la emisora ya mencionada. Comenta de los años gloriosos que tuvieron los medios de comunicación en Venezuela antes de que Hugo Chávez tomara el poder, y tuvo la oportunidad de entrevistarlo en dos ocasiones. Los medios de comunicación han sido transgredidos ya que las personas que hacen parte de estos medios no tienen como profesión el periodismo; con tristeza cuenta de que los periódicos en su país han quedado desolados ya que todas las personas están emigrando hacia otros países. Mariela es una madre de una adolescente de 16 años que tuvo que dejar en Venezuela, y al aparecer de un niño donde llorando dice que no le pudo dar un cono de helado que su niño quería.
OPINION
En esta entrevista vemos un claro ejemplo de lo que le ha tocado vivir a una ciudadana venezolana que por la crisis de su país le toco emigrar, con esto el entrevistador tuvo un tema muy enriquecido y de la actualidad y tener por medio de este tema la mejor forma de escribir una entrevista creativa.
Resumen
ResponderEliminarElla es una locutora venezolana Mariela leal castro, con más de 18 años de experiencia egresada de la universidad Cecilia acosta Maracaibo Zulia, que al ver la crisis que vive su país actualmente, le ha tocado venirse a trabajar vendiendo donas a barranquilla, la entrevista fue realizada a las 4:30 de la tarde con un sol no muy amistoso que por lo general caracteriza a esta ciudad, caminando no norte a sur acompañándola a vender todas esa mercancía que cargaba para intentar perder un poco de peso.
También fue estudiante de comunicación social y periodismo ya que se orientó como meta ser profesional y graduarse con honores.
Opinión
Fue una entrevista que se desarrolló en unas circunstancias no muy amenas para ellas, ya que fue una persona que no tiene un puesto para vender sus productos, y es un poco difícil acomodarse para lograrla, considero que fue una experiencia de manera personal como de crecimiento que a pesar de las circunstancias no hay que darse por vencido e intentar superar las adversidades.